AHUACHAPÁN. El relleno sanitario de Atiquizaya será ampliado en una segunda fase, debido a que ya está llegando a los límites de su uso, luego de entrar en funcionamiento en 2005.
Autoridades de la alcaldía reconocieron que si no ejecutan los trabajos, el relleno sólo podría recibir desechos durante un plazo de seis meses.
Incluso, para alargar la capacidad, las 36 trincheras con las que contaba fueron unidas para formar dos, lo que ha permitido recibir mayor cantidad de desechos, pues han ocupado los espacios que estaban libres.
A la fecha han sido depositadas 60 mil toneladas de basura, provenientes de Atiquizaya, El Refugio, Concepción de Ataco y San Lorenzo; y Candelaria de la Frontera, de Santa Ana.
La capacidad ha sido drásticamente afectada luego que en 2007 se prohibió a nivel nacional que se depositara basura a cielo abierto.
El proyecto está en fase de licitación y esperan que inicie la construcción a más tardar el próximo mes. Los trabajos serán ejecutados en un plazo de seis meses.
Tendrá una inversión de $367,193, de los cuales $92 mil serán colocados como contrapartida por la alcaldía y el resto son fondos Fantel, explicó el gerente de la unidad de medio ambiente de la comuna, Pedro Canana.
A estos se suman la supervisión de la obra, por lo que prevén que el proyecto tenga una inversión total de $400 mil.
El proceso está siendo encabezado por el Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL), que es la entidad con la que la comuna ha estado gestionando ayuda desde hace dos años.
Otros trabajos
La segunda fase, que está contiguo al actual relleno, tendrá una vida útil hasta 2023, que es cuando podría iniciarse una tercera fase.
La segunda será una sola trinchera con capacidad para recibir 40 mil toneladas de basura.
Además, contará con geomembrana y laguna de lixiviados. Para la construcción ya cuentan con los permisos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
La alcaldesa de Atiquizaya, Ana Luisa Rodríguez de González, expresó que esperan que el FISDL les notifique el nombre de la empresa a la que se le adjudicará la obra.
Agregó que desde 2012 comenzaron las gestiones para la construcción de la segunda fase; y que desde hace ocho meses les informaron la aprobación de las obras.
La primera fase fue construida con una inversión de $330 mil, aportados por la municipalidad y una organización no gubernamental.
Está en un terreno de 7 manzanas, en el caserío Terrón Blanco, del cantón Zunca.