La nueva Política Nacional de Infraestructura Educativa, anunciada ayer, enfrenta una titánica tarea porque de las 5,164 escuelas públicas del país hay 3,300 que funcionan en condiciones menores a lo “mínimo requerido”, explicó el titular del área, Carlos Canjura.
Además de esa cantidad de escuelas, solamente 523 cuentan con aulas informáticas. “Ahí hay un tema a resolver”, reconoció el ministro, pues “obviamente si no tienen conectividad las computadoras no sirven”.
Este es un enorme reto, ya que uno de los programas estrellas de la presidencia es “Un niño una computadora”. El monto necesario para dotar de computadoras a todos los centros escolares asciende a $210 millones, ha informado Educación.
Otro de los desafíos es la atención a los 3,837 centros de enseñanza que, por su ubicación, tienen riesgo de deslizamientos e inundación en su entorno, según datos expuesto por la directora de Administración, Mélida Hernández de Barrera.
También hay un 47 % de escuelas que funciona en inmuebles que no son propios. A nivel nacional 2,055 centros educativos tienen escrituras, informó De Barrera. La falta de dichos documentos obstaculiza al Ministerio de Educación (Mined) la intervención en un centro educativo.
La enumeración de desafíos de la nueva política de infraestructura escolar es enorme y su mayor obstáculos podría radicar en el dinero para hacer toda esa labor.
El Mined solicitó en su presupuesto para funcionar en 2015 un monto de $15 millones para la construcción de complejos educativos integrales, desde parvularia hasta bachillerato, uno por departamento. También pidió $25 millones para dar mantenimiento a la infraestructura educativa; con dicho monto estimaba repartir unos $5 mil a cada escuela para que reparara techos, ventanas y servicios sanitarios, etc.
Pero ambas solicitudes no habrían tenido eco en el Ministerio de Hacienda, puesto que no avaló fondos para ello.
“Sí, es cierto, dentro del presupuesto GOES no pusieron lo que habíamos solicitado…, pero eso no significa que no estamos atendiendo, significa que estamos atendiendo solo con recursos de cooperación nacional, internacional y a veces con préstamos”, explicó Canjura.
La directora de Administración enumeró los proyectos que tienen planificados: 106 escuelas atendidas con el préstamos por $60 millones del Banco Mundial; 140 escuelas con el dinero del Fomilenio II; con ayuda de cooperantes atenderán 30 centros más y el BCIE “considera” la atención de 30 escuelas adicionales.
También tienen proyectado reparar 500 escuelas con fondos del Gobierno y del Banco Mundial.
Canjura reconoció el esfuerzo que hacen los maestros, en particular los del área rural.
“Nuestro sistema educativo ha construido espacios solo para maestros muy abnegados, uno se encuentra con frecuencia escuelas en donde al maestro se le demanda atender cuatro o cinco grados… se juntan todos los niños de los diferentes grados”.
Luego añadió: “Una maestra que soporte eso durante diez años, merece una enorme medalla por su entrega a la labor educativa, pero es injusto para el niño y el maestro… que las escuelas tengan el espacio adecuado es importante”.
De acuerdo con la explicación del ministro, la nueva política impide que se construyan escuelas que no reúnen la condiciones mínimas adecuadas para desarrollar la actividad educativa con calidad.
“Cada escuela debe tener el número de aulas de acuerdo con el número de grados que tiene; un salón para actividades artísticas; espacio para la educación física (…); una biblioteca; un centro de computo; una sala de profesores; no es posible concebir una escuela sin estas condiciones” , expuso Canjura.
Hernández de Barrera, basada en un estudios que ha realizado en el ministerio, explicó que hay un desequilibrio entre la oferta y la demanda educativa en relación a la distribución de la población , “esta es una de las metas, el tener una relación igual”.
Además, expuso que hay un “fraccionamiento y atomización de centros educativas”. El 83 % de las escuelas está en el área rural. De ese total el 70 % tiene cinco aulas o menos.
Otro dato que reveló es que existe una “dispersión y sobre posición en los centros educativos”. Cada escuela tiene un radio de influencia de dos kilómetros, pero existen centros con cierta cercanía, lo que hace que compitan por la matricula, explicó.
La directora de Administración declaró que, en los últimos 15 años, los fondos GOES aprobados al Mined han destinado un promedio 0.6 % para atender algún tipo de obras de infraestructura, pero “en su mayoría han sido reorientados a otros programas. En los años donde se ha tenido mayor apoyo financiero se destinó 1.6 % de fondos GOES en concepto de contrapartida para la ayuda internacional”.
De acuerdo a datos presentados por el titular del Mined, en la comisión de Hacienda de la Asamblea Legislativa, las fuentes de financiamiento del presupuesto de ese cartera de Estado para 2015 se dividen en 98.79 % del Fondo General ($903 millones 256 mil 115); 1.03 % del prestamos externos ($9 millones, 420 mil 825) y 0.18 % de donaciones ($1 millón 671 mil 990).
Tal y como ha aprobado el Ministerio de Hacienda el presupuesto del Mined, el déficit que enfrentará la educación en 2015 será de $140 millones. Este presupuesto, que es parte del presupuesto general de la Nación, aún debe ser avalado por la Asamblea Legislativa.
” Para hacer el sueño de 2015 eso ($140 millones) nos haría falta”, dijo Canjura, quien además expuso que la falta de financiamiento también abarca el cumplimiento de la revisión salarial de los docentes, el cual se debe hacer cada tres años, según ordena la Ley de la Carrera Docente.
“Ahí sí estamos en déficit, ahí vamos a tener que ver cómo atender”, reconoció el ministro ayer.