La falta de calidad golpea la educación en América Latina

El experto en educación latinoamericana Gabriel Sánchez Zinny ha conversado con El Diario de Hoy sobre los grandes retos de la educación en la región

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Presentación del libro de Gabriel Sánchez Zinny en Washington, Estados Unidos. foto EDH / Gerardo torres

Por Gerardo Torres Twitter: @GerardoTots Especial desde Washington

2014-11-22 7:00:00

Tras la noticia de que el promedio nacional de la Paes bajó 10 centésimas en El Salvador, situándose en 5.2, vale la pena discutir sobre la educación y sobre si estamos bien o mal en el país, y, para esto, no hay persona más idónea que Gabriel Sánchez Zinny, quien acaba de lanzar su nuevo libro Educación 3.0: “The struggle for talent in Latin America”.

Hemos conversado sobre la situación actual de la educación en El Salvador, sobre el país de Latinoamérica con el mejor sistema educativo, sobre qué están haciendo bien los países en el norte de Europa, sobre el papel que debe jugar la tecnología en la educación y otros temas.

Gabriel Sánchez Zinny predica a todo pulmón que el principal problema de la educación latinoamericana no es la falta de inversión, sino la falta de calidad.

La región está muy atrasada en innovaciones educativas y mayoritariamente sigue creyendo en un modelo de educación igualitaria para todos, donde todos aprendan lo mismo y se les evalúa de la misma forma, cuando esta filosofía va en contra de todo lo que se sabe acerca del ser humano: no somos iguales y no aprendemos de la misma forma. “Para ti, aprender Aristóteles puede pasar a las 11:00 de la noche con un vídeo, y para otro, el sábado por la mañana”, explica Zinny. La educación debe estar basada más en el desarrollo de las competencias cuando uno puede y cuando uno quiera.

Otro gran problema de la región es la reputación tan baja de las carreras técnicas vocacionales y, en consecuencia, la oferta de trabajo en este ámbito también es baja.

A este experto le preocupa que Latinoamérica en su conjunto produzca menos patentes que países como Israel y Corea del Sur, y considera que la región debe mejorar la productividad y la competitividad apostando por incentivar la ciencia y la tecnología.

En una sociedad donde un diseñador de una idea gana más que una persona que produzca alimentos, Latinoamérica debe incorporar en su sistema educativo el aprendizaje de las habilidades necesarias para que los alumnos sean capaces de producir ideas innovadoras y lleven a la región a los siguientes niveles de desarrollo.

¿Hay una única solución para mejorar la calidad educativa Latinoamericana?

Zinny considera que no hay un “silver bullet”, es decir una solución única que mejore la calidad de la educación. La falta de calidad educativa es un problema complejo que no se reduce únicamente a la escuela; gran parte de la educación del niño lo determina la comunidad y la familia. No obstante, la tecnología debe, y está jugando, un papel muy importante en mejorar la educación de la región. Por ejemplo los “Massive Online Open Courses (MOCCS)”, los cuales son cursos académicos, masivos, online y abiertos, agregan mucho valor a la educación porque generan mayor acceso.

Gracias a la tecnología, muchas más personas tienen acceso a la educación técnica, vocacional y universitaria. Esto es muy importante en una región donde no más del 25 % de las personas se gradúan de la universidad.

El presidente de Kuepa considera que es indudable que los motivos económicos son los que mejor explican las bajas tasas de universitarios en la región, pero también hay un problema de acceso. Hay personas que no pueden asistir a los centros educativos porque viven lejos y, en este aspecto, Zinny considera que “los MOCCS traen una solución más porque generan una manera de acceso a la educación a las personas que no tienen acceso y a las personas que trabajan”. Permiten que las personas estudien a su propio ritmo y en función de sus propios intereses.

Sánchez Zinny explica que nos hemos educado de la misma forma en los últimos 30 años: el profesor imparte una lección, los alumnos la repiten en el examen y el profesor decide si aprueba o no. El problema con este sistema es que el alumno no está en el centro, no puede estudiar a su propio ritmo y debe aprender lo mismo que los demás, en cambio, los MOCCS te permiten estudiar de una forma distinta y hacen que la educación esté basada en competencias, por tanto, lo importante ahora es que aprendas bien un tema, no importa tanto el cómo lo hagas.

La educación 3.0

Aunque Sánchez Zinny no considera que haya una única solución, es un fiel creyente de la idea de la “educación 3.0”; dicho en otras palabras, en la idea de generar un ecosistema de innovación donde se prueben muchas soluciones y participen distintos actores. La empresa privada debe jugar un papel importante en este nuevo ecosistema porque, aunque es cierto que los distintos países no están apostando con fuerza por la investigación y el desarrollo, el sector empresarial latinoamericano tampoco lo está haciendo.

Zinny exige a los jóvenes que se coordinen y formen organizaciones que apuesten por mejorar la educación, y también pide a los padres, quienes tradicionalmente han sido marginados de la discusión entre gobierno y sindicatos de profesores, que participen en el reto de mejorar la educación. En pocas palabras, toda la sociedad debe participar en lograr la meta de alcanzar la calidad educativa.

Este columnista del Huffington Post explica que la educación en Latinoamérica no genera movilidad social y la única forma en que lo hará es mejorando su calidad. Lo ideal sería que los latinoamericanos pensaran que no importa dónde hayas nacido, con la educación vas a tener iguales oportunidades que una persona con más o menos ingresos, pero lastimosamente esto no sucede.

“El principal drama en América Latina no es la desigualdad de ingresos, sino la desigualdad en el acceso a una buena educación”, concluye Zinny. Es crucial que la región logre una educación que genere movilidad social, sin importar el origen de las personas.

¿Qué podemos aprender de los “tigres asiáticos” y de los países del Norte de Europa?

Los “tigres asiáticos” (Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y Taiwán) y los países del Norte de Europa tienen los mejores sistemas educativos del mundo, y sus alumnos superan a los de Estados Unidos en la mayoría de rankings internacionales. Sánchez Zinny considera que los latinoamericanos podemos aprender de estos países fundamentalmente 2 cosas:

1- La sociedad entera priorizó la educación, es decir, estos países entendieron que la mejora de la calidad educativa es un desafío de toda la sociedad, no solo del sector privado o público. Los países asiáticos y nórdicos cayeron en la cuenta de que debían mejorar la calidad de la educación para no fracasar como sociedad.

2- Priorizaron a los maestros. Se dieron cuenta de que el aprendizaje de un alumno en el aula depende 90 % de un buen maestro y es fundamental enfocarse en él. Finlandia, Noruega y Suecia lo han entendido a la perfección y han decidido que solo los mejores profesionales sean maestros.

No obstante, debemos entender que la mayor parte de estos países son sociedades más pequeñas y homogéneas. No todo es trasladable a Latinoamérica. Hay algunas cosas que sí y otras que no, pero priorizar a la educación y a los maestros definitivamente que lo es.

En Latinoamérica, Chile es el mejor país en indicadores educativos, aunque Colombia también está innovando y Perú también está avanzando mucho, aunque los resultados aún no son palpables. Sin embargo, Zinny considera que la mayor parte de reformas educativas innovadoras van a empezar a nivel de ciudades, no de países; por ejemplo, Sao Paulo y Río de Janeiro están llevando a cabo muchas reformas educativas para involucrar la tecnología en el proceso educativo.

Situación de El Salvador

Los últimos datos disponibles del Banco Mundial desvelan que El Salvador invirtió el 3.5 % del PIB en educación en 2010 y el 3.4 % en 2011, lo cual es poco comparándolo con la inversión de países como Argentina o México, que ronda el 6 % del PIB. Sin embargo, Sánchez Zinny considera que El Salvador no solo debe preocuparse por aumentar la inversión, sino por mejorar la calidad de esta y garantizar el acceso a las personas con menos recursos.

“El gran desafío que tenemos en la región es mejorar la calidad de la educación y hacer que el acceso a la calidad sea similar para todos”, argumenta.

Es un hecho evidente que, en la región, los latinoamericanos de mayores ingresos acceden a educación de mucha mejor calidad que los de menores ingresos. El experto en educación tiene muy claro que el mayor problema de la educación en Latinoamérica es la calidad.

Es notable que los países de la región están gastando mejor, aunque hay algunos que aún deben mejorar (como El Salvador), pero la calidad de la educación sigue siendo muy mala y esto es una situación crítica en la “sociedad del conocimiento”, donde las empresas exigen trabajadores con mayores aptitudes y destrezas. “La mala calidad educativa está definiendo que los latinoamericanos nos quedemos fuera del desarrollo económico del mundo”, concluye Sánchez Zinny.

Otro gran problema que afecta a El Salvador es la falta de cobertura de educación inicial, es decir, muy pocos niños de entre 0 y 7 años reciben educación. Según datos del Mined, solo un 1.2 % de los niños recibió educación inicial en 2013, aunque hay que aclarar que la cobertura ha aumentado. En 2009 era del 0.4 %, pero aún es muy escasa.

Sánchez Zinny explica que la mayor parte de las habilidades cognitivas del ser humano se aprenden de los 0 a los 7 años; se aprende a hablar, a relacionarse con otros y otras habilidades que condicionan la educación futura del niño. Por tanto, es muy importante apostar por la educación inicial, pero sin perder de vista que un buen sistema educativo no funcionará si los niños no reciben la salud y nutrición adecuada.

Zinny cree que es muy importante que los gobiernos y la sociedad entera entiendan que la educación, la salud y la nutrición son fundamentales para el futuro del país, y considera indispensable que el gobierno de El Salvador implemente programas de “Conditional Cash Transfer”, como lo han hecho Brasil y México, en el que se les pide a las familias que manden a sus pequeños a la escuela, que les suministren las vacunas indispensables y que les den la nutrición adecuada a cambio de una recompensa económica.

El columnista del Huffington Post lamenta que en la mayor parte de países de Latinoamérica, incluido El Salvador, hay una gran diferencia en la calidad de las escuelas a las que asisten las personas de clase media-alta con las escuelas a las que asisten personas de clase baja y media-baja.