LA UNIÓN. En las comunidades Barrancones y Candelaria de La Rompisión, en el municipio de Pasaquina, al menos 190 familias llevan siete meses esperando la culminación de un proyecto de introducción de agua potable que la alcaldía comenzó a ejecutar, pero no ha concluido.
El sueño de tener agua en sus viviendas sigue sin realizarse para los más de mil residentes de esas comunidades, quienes exigen a la comuna que concluya los trabajos iniciados en 2013.
Sostienen que si bien la municipalidad aportó el sistema de tuberías, solo instaló la red de impelencia y las conexiones domiciliares, pero no construyó un pozo para abastecer del recurso, que era uno de los aspectos más importantes del proyecto.
Ana Julia Álvarez, líder de la comunidad Candelaria de la Rompisión, dijo que lo que sucedió fue que la comuna quiso conectar la tubería madre del proyecto de agua domiciliar a un pozo ya existente.
El problema es que ese pozo, al que pretendían conectar el proyecto domiciliar, es el que abastece otro proyecto de agua por cantareras públicas.
El referido pozo no tiene la capacidad requerida para abastecer de agua a todas las viviendas de la parte baja de las comunidades que serían beneficiadas con el proyecto domiciliar.
Álvarez explicó que hace 10 años las comunidades fueron beneficiadas con las cantareras, pero que en la actualidad el servicio es racionado por la reducción del caudal del pozo que las abastece.
Esa misma situación los obliga a impedir que la comuna conecte su proyecto al ya existente, pues lo más seguro es que no recibirán agua ni en las viviendas, ni en las cantareras.
Francisco Castro es el tesorero de la directiva que administra el servicio de agua que es suministrado mediante las cantareras.
Dice que “el pozo que tenemos en la comunidad es de un proyecto que hicieron en 2003 una organización no gubernamental, con ese nos estamos abasteciendo de agua, pero la estamos racionando porque en tiempo de sequía disminuye bastante el caudal y por esas razones la comunidad no quiso que la alcaldía conectara el nuevo proyecto domiciliar”.
Reclamó que si el alcalde Nelson Urías tenía diseñado un proyecto para introducir el agua potable por tuberías a las viviendas de toda la comunidad, lo indicado era incluir la perforación de un nuevo pozo, más sabiendo que son 190 familias a beneficiar.
“La tubería madre que pusieron es de gran diámetro y con la poca agua que hay en el pozo, no iba llegar a toda las viviendas el agua y por eso la comunidad no lo permitió”, reiteró Castro.
Santos Andrade, habitante del lugar, considera que solo fueron entusiasmados con el proyecto.
“Nos hicieron gastar, el alcalde nos dijo mentiras, primero dijo que en tres días echarían el agua, pero fue mentira, después dijo que si gana de nuevo la alcaldía lo va a hacer”, aseguró Castro, dejando ver que el edil los condicionó a votar por él para asegurar el proyecto en un nuevo período edilicio.
Se buscó la versión del alcalde Nelson Urías en repetidas ocasiones. Se le marcó a la alcaldía, donde dijeron que estaba ocupado, también al celular y no atendió la llamada.
Pobladores reiteran y lo señalan como la persona que les ha prometido culminar el proyecto, si gana un nuevo periodo en la comuna.