La odisea de viajar en un sistema ordenado pero insuficiente

Según voceros de Transmetro y Transurbano, a la fecha no han registrado asaltos en las unidades

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La odisea de viajar en un sistema ordenado pero insuficiente

Por Marielos Ramírez nacionales@eldiariodehoy.com

2014-11-08 7:00:00

Tanto el Transurbano como el Transmetro tienen todo un sistema tecnológico instalado para darle al usuario un mejor servicio, como cámara de videovigilancia, una pantalla donde se informa al usuario y botón de pánico, pero son insuficiente para la cantidad de personas que lo utilizan. Además algunas estaciones, aparatos y unidades ya lucen deterioradas.

Por ejemplo, el Transmetro moviliza a más de cien mil usuarios a diario en sus cuatro corredores; solo en la estación de transferencia, en la zona 12, 85 buses trasladan a casi dos mil personas a diario, según datos que compartió a El Diario de Hoy un oficial de la Policía Municipal.

En el eje sur que va de la zona uno hacia el Centra Sur, bastó recorrer un kilómetro en una de las unidades para darse cuenta que la demanda que tienen los buses “gusanos” es bastante alta, pese a que apenas eran las 3:00 de la tarde y en domingo Día de los Difuntos.

El equipo de periodistas de El Diario de Hoy se subió en la estación Monte María en la zona uno, ubicada frente a un centro comercial.

Pero antes había que cambiar los billetes en monedas de un quetzal para accesar a a la estación o pagar con tarjeta; pero esto último fue imposible debido a que no se encontró establecimiento para hacer la recarga. Así que se pagó con monedas.

Una pasarela conduce desde el centro comercial directamente hasta la estación. Al llegar había una pequeña fila de personas que ya esperaban el bus; todos se dirigían al Centra Sur, en el municipio de Villa Nueva.

De forma ordenada los usuarios subían y bajaban; fue difícil acomodarse dentro de la unidad para que ingresaran más personas. La guía y la fotoperiodista no abordaron a la espera de otro que llegará vacío.

En el punto de llegada la historia era otra. La cantidad de gente se triplicaba, ya que la estación conecta con una terminal de buses de rutas normales; mientras los que buscaban trasladarse al Norte de la capital, debían hacer fila para esperar el bus que hiciera el recorrido que más le convenía, unos escogían el que hacía paradas continuas, pero otros preferían irse en uno “express”.