Asesinan a un niño en el centro de Soyapango

Según su padre, el menor no salía si no era en compañía de cualquiera de sus dos progenitores. Creen que lo mataron por confusión.

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Jefferson Alexander fue asesinado en pleno centro de Soyapango. El padre del joven cree que su hijo fue una víctima inocente de la guerra de las pandillas por el control del territorio en ese municipio. Foto EDH / cortesía

Por Jorge Beltrán Luna sucesos@eldiariodehoy.com

2014-11-16 7:00:00

Jefferson Alexander Rosales Segura, de 14 años, murió acribillado ayer al mediodía en el centro de Soyapango. Su padre, un hombre de treintipocos años, dice estar seguro de que a su niño se lo mataron por equivocación.

La víctima, junto a sus padres, vivía en una colonia del norte de Soyapango, donde el sábado mataron a tres personas.

El padre de Jefferson, quien pidió no ser identificado, dice que su hijo, a sus 14 años, jamás había ido solo al centro de Soyapango, como una medida de protección, siempre lo hacía acompañado por uno o ambos padres. Y ayer no fue la excepción.

Jefferson y su padre salieron a media mañana a comprar alimentos para preparar el almuerzo. Ambos prepararon los cascos de protección y fueron en su motocicleta.

En Soyapango hicieron las compras y se dispusieron a retornar. Pero al llegar a la esquina de la avenida Rosario Sur y la calle Roosevelt, cuando padre e hijo retornaban en la motocicleta, el padre escuchó unas tres detonaciones.

Sintió que su hijo se fue de lado, paró y vio a su niño ensangrentado. Estaba bañado en sangre. Pidió ayuda a taxistas y picacheros que a esa hora esperaban pasajeros pero ninguno quiso transportar a su hijo hacia el hospital. Fue hasta después de 15 minutos que un conductor se ofreció llevarlos hacia el hospital.

El tráfico de mediodía en el centro de Soyapango es pesado. El conductor desconocido se bajó del auto a pedir que le despejaran la vía porque llevaba un niño herido, pocos le hacían caso. “Encontramos una ambulancia. Le pedimos que nos ayudara abriéndonos camino. Nos dijo que sí, seguí su ruta”, se lamentó el padre de la víctima.

El niño iba consciente. Pedía que le dieran agua. Ya en el hospital Molina Martínez, de Soyapango, les decía a las enfermeras que le dieran agua. A los pocos minutos ingresó a sala de cirugía. Minutos después una enfermera comunicó al padre que Jefferson había fallecido.

La misma enfermera le informó que Jefferson tenía 13 perforaciones de bala en la espalda, aunque el padre asegura que solo escuchó tres disparos.

Para el padre de Jefferson, su hijo es una víctima inocente de la guerra que libran las pandillas en cada palmo de territorio en Soyapango.

Jefferson estudiaba octavo grado en la escuela República de Korea, en Soyapango. De acuerdo con el padre, su hijo soñaba con tener su propia empresa para ayudar a sus amigos y parientes.

Visiblemente afectado, el padre de Jefferson dijo que le quedaba el pesar de no haber podido sacar a su hijo del peligro que implica para mucha gente vivir en Soyapango, aunque no estén involucrados en pandillas.