Centenares celebran en San Miguel misa en honor a la Virgen de la Paz

El mensaje de monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador, tuvo como centro el llamado a la paz y reflexión sobre violencia en El Salvador.

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Centenares celebran en San Miguel misa en honor a la Virgen de la Paz

Por Carlos Segovia - elsalvador.com

2014-11-21 10:00:00

Los máximos jerarcas de la iglesia católica de El Salvador, junto a cientos de feligreses, celebraron el viernes en la catedral de San Miguel la misa en honor a la Virgen de la Paz.

La misa es parte de la celebración de la fiestas patronales de esa ciudad en el oriente del país, las cuales son realizadas en honor a la Virgen de la Paz.

El mensaje de monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador, tuvo como centro el llamado a la paz y reflexión sobre violencia en El Salvador.

Además, entre los asistentes destacó el Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, y otros funcionarios de gobierno.

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Hablar de la Virgen de la Paz es remontarse a muchos años atrás, es elevar la mente hasta los años en que llegaban a nuestras costas los conocidos y legendarios piratas que amenazaban a los nativos en busca de riquezas y a quienes no les importaba ni el lugar ni cómo obtenían sus propósitos, provocando muerte,destrucción y emboscadas entre los corsarios y piratas.

En una de esas emboscadas fue atacada la embarcación en la que se econtraba una caja cuyo contenido y destino nadie sabía.

Mientras un duelo a muerte se daba entre esa embarcación y piratas, y la destrucción era eminente, la embaración que traía la caja fue saqueada y destruida, los desechos de la misma comenzaron a salir por las orillas del mar.

Una caja que se encontraba a pocos metros de la playa despertó el interés y codicia de los que transitaban por el lugar. Esto ocurría en el año 1682, cuando unos mercaderes en las riberas del mar del sur recogieron la caja de madera que había sido arrojada por la fuerza de las olas.

trataron de abrirla pero estaba tan sellada que optaron por dejarla en el mismo sitio donde la encontraron.

Días después otros mercaderes vieron la caja y estimaron que algo útil e interesante podría estar dentro. Solicitaron de un vecino una burrita para que transportara la caja hacia la ciudad.

En aquellos tiempos los caminos eran intransitables y peligrosos a causa de los piratas y lo pesado de la caja hizo que el viaje tardara varios días. Después del largo camino, de rísco y peñascos llegaron a la ciudad el 21 de noviembre.

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San Miguel ya contaba con un siglo de fundad con el título de villa , por el capitán Don Luis de Moscoso.

Los conductores de la pesada caja habían dispuesto dar aviso a las autoridades sobre su hallazgo, cuando la burrita se echó en plena plaza pública, haciendo parada final frente a la antigua iglesia parroquial, donde hoy se levanta la centenaria Catedral Migueleña.

De inmediato se procedió a abrir la caja y después de retirar varias envolturas con gran sorpresa se dejó ver el rostro de la imágen con un niño en sus brazos.

La noticia atravezó la ciudad, las revueltas fraticidas en que la población se encontraba terminaron pronto deponiendo las armas, a la vez que la calma volvía a los vecinos que desesperados llevaban tiempo en angustiosas situaciones de desorden.

Así se le dió a aquella imágen encontrada en las playas el nombre de “Vírgen de la Paz” que se ha conservado a través de los tiempos como la única en el mundo.