Procesarán en libertad a tres policías

Tribunal les dictó medidas de conducta en sustitución de la cárcel como no acercarse a la víctima

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Los agentes (sentados), destacados en delegación Centro de San Salvador, llegaron cubiertos de sus rostros a la audiencia inicial. No los presentaron a la prensa. Foto EDH / David Marroquín

Por David Marroquín sucesos@eldiariodehoy.com

2014-11-17 7:00:00

Tres agentes de la Policía que pese a haberles decomisado 300 dólares, que se presume eran del cobro de una extorsión que le exigían a un comerciante, fueron beneficiados con la libertad condicional hasta que dentro de tres meses se programe la audiencia preliminar.

El Juzgado Octavo de Paz decidió ayer en la audiencia inicial que los agentes Francisco Antonio Guerrero Acosta, de 37 años, William Noé Rivas Salguero, de 36, y Jaime Alcides Martínez Rojas, de 26; deberán de cumplir tres medidas de conducta en vez de que vayan a la cárcel.

El referido tribunal ordenó que los policías no deberán de comunicarse con la víctima, tampoco podrán salir del país sin la autorización judicial y deberán de presentarse cada 15 días al referido tribunal.

Jaime Ortega, uno de los defensores, explicó que se presentaron los arraigos para demostrarle al juez de que los policías acusados no evadirán a la justicia.

“La resolución está ajustada a derecho, consideramos que la detención provisional no debe de ser la regla general, sino que la excepción, y los agentes se van a someter al cumplimiento de esas medidas”, dijo Ortega.

Además, el referido juzgado ha decretado la reserva total del proceso a petición de la Fiscalía para proteger la identidad de la víctima, quien goza de régimen de protección.

“Ellos van nuevamente a incorporarse a su trabajo “, dijo Ortega.

Los fiscales del caso no quisieron hacer comentarios sobre la resolución que favorece a los policías con la libertad condicionada.

Las investigaciones fiscales y policiales apuntan a que los agentes retuvieron a la víctima para hacerle un registro personal. Fue así como le encontraron 300 dólares, que se supone eran producto de su negocio, pero los policías lo acusaron de ser extorsionista.

En esa ocasión, según la víctima, le quitaron 150 dólares y le pidieron su número telefónico. Días después, los agentes le llamaron para que les entregara 300 dólares, y lo citaron a un restaurante capitalino, donde fueron capturados.