Una vez más los salvadoreños deleitaron su paladar con el plato nacional, que por decreto legislativo le corresponde a las pupusas en todas sus especialidades.
Es así como los diferentes pupusódromos del país, entre ellos el de Olocuilta y de otros municipios se esmeraron por complacer a los comensales que los visitaron, incluyendo a los hermanos lejanos que recién arribaban a tierra cuscatleca.
Las favoritas son las revueltas, de frijol con queso, sólo de queso con y sin loroco y de ayote, entre una amplia variedad de ingredientes.
También están las gourmet y la última sensación gastronómica, las de colores.
Cada una de ellas goza de la preferencia del paladar de niños y adultos, incluso grandes personalidades internacionales las han degustado, uno de ellos el presidente Obama en su visita al país en 2011.
La más grande y “loca”
El año pasado, la pupusa más grande se elaboró en la plaza central de Antiguo Cuscatlán y fue certificada por la jueza Johann Hessling, de Guinness World Records.
Con un diámetro de 4.5 metros y 13.44 metros de circunferencia, el país logró que esta firma la certificara.
La historia se repitió, pero en un escenario diferente en Olocuilta, en el sector conocido como “El Manguito”.
Aquí centenares de turistas no perdieron de vista el proceso de elaboración de la misma, solo que en la especialidad “Loca”.
Se utilizaron cerca de 17 ingredientes, entre los que se incluyeron 60 libras de chicharrón, 150 de queso, 75 de frijoles, espinaca, chipilín, camarones, mora, atún, jamón y chiles jalapeños.
La masa fue de arroz, con un diámetro de 4.2 metros, donde participaron 50 personas de los diferentes negocios del pupusódromo.
De igual manera, otros lugares, como Nejapa, Apopa, Antiguo Cuscatlán y los Planes de Renderos rindieron homenaje al Día Nacional de la Pupusa y desarrollaron diversas actividades.
En los Planes de Renderos se preparó la “Pupusa Más loca del Parque Balboa” con 10 ingredientes (queso, frijoles, camarón, pollo, atún ahumado, jamón, pescado, entre otros).
Olocuilta tampoco se quedó atrás y el comité organizador llevó a cabo un desfile de carrozas, bandas de paz y el concurso de la pupusera más rápida, siendo la ganadora Rosa Meléndez al hacer nueve en un minuto.
Sin embargo, la competencia más esperada fue la del comelón de las pupusas, en la que participaron nacionales y extranjeros.
En total fueron 12 los concursantes, pero al final Wilber Figueroa ganó con 27.
Delegados del comité le hicieron entrega del reconocimiento de $150 al primer lugar, mientras que al segundo y tercero $100 y $75, respectivamente.
Al finalizar la tarde, en los pupusódromos Buena Vista y El Manguito se lanzaron mil globos de papel de múltiples colores con mensajes de paz y cerrar así el festival de este exquisito plato de la gastronomía salvadoreña.
El objetivo principal de esta celebración es, aparte de honrar a la gastronomía salvadoreña, potenciar el turismo en los pupusódromos del país, apoyar a los microempresarios y sobre todo saborearlas.