Epidemia de dengue y chikunguña le cuestan al país $27 millones

Entre junio y el 11 de octubre, el Minsal reporta 58,857 casos sospechosos del nuevo virus.

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Rolando Masis López y Nadia Patricia Rodríguez

Por Yamileth Cáceres servicios@eldiariodehoy.com

2014-10-15 8:00:00

Hacerle frente a la epidemia de dengue y chikunguña le ha significado al país una inversión de $27 millones, informó ayer Rolando Masis, director de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud (Minsal).

En un poco más de cuatro meses, desde que el Minsal comenzó a reportar la circulación del virus de ckikunguña, destinaron $10 millones para la atención de los pacientes y una serie de medidas encaminadas a tratar de contener la enfermedad, para el dengue han destinado $17 millones.

Entre junio y el 11 de octubre, el Minsal reporta 58,857 casos sospechosos de chikunguña, solo en la última semana se agregaron 11,861, pero Masis explicó que 5,582 corresponden a semanas anteriores que no habían sido ingresadas al sistema.

El rezago obedece a la cantidad de casos y el incremento de unidades que notifican los datos al Minsal.

El acuerdo es que el Seguro Social introducirá la información de los pacientes que atienden en sus establecimientos al sistema de salud, comentó Masis. Hasta la semana pasada el ISSS reportaba 45,783 atenciones de personas con sospecha de la nueva infección. Además, ha otorgado en concepto de incapacidad $300 mil.

En cuanto al dengue, en todo el año se notifican 46,830 casos sospechosos y 14,149 confirmados.

Masis añadió que una consulta en una unidad de salud le cuesta a la entidad $35, un día de hospitalización $75, un día en Cuidados Intensivos $1,513. Mientras que una prueba de laboratorio de dengue la inversión es de $8 y $40 en la de ckikunguña.

Además en el control de foco, que consiste en buscar a las personas febriles, destruir los criaderos de zancudos, entre otros la inversión es de $300 a $500.

Nadia Rodríguez, directora de la Región Metropolitana de Salud, manifestó que solo en combustible para la fumigación el gasto es de $45 mil y en el plan de combate al zancudo transmisor de ambas enfermedades, en seis semanas, la erogación fue de $370 mil.

“La prevención es lo más eficaz y lo más sostenible, lo más barato”, acotó Masis.

Ante las críticas contra el Minsal por el manejo de las epidemias, el director de Vigilancia Sanitaria expresó que la respuesta no ha sido fallida.

Agregó que las alertas estratificadas, en los dos últimos años, tienen un impacto importante y que incluso es un modelo que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha establecido como un modelo de buena práctica.

Fue en junio, en el Cantón Zapote Abajo, en Ayutuxtepeque, donde se detectó la circulación del nuevo virus, a la fecha 98 por ciento de los municipios está afectado.

Masis indicó que controlar y evitar la propagación del chikunguña tras el aparecimiento de las primeras personas con la enfermedad en Ayutuxtepeque, fue difícil porque no se puede restringir el desplazamiento de las personas.

Además, en el cantón hay una densidad poblacional de 1,300 habitantes por kilómetros cuadrado, todas las casas tenían criaderos de zancudos y algunas personas se fueron para otros lugares mientras se recuperaban y eso produjo otros brotes.

“No nos corresponde solo a Salud hacer todas las acciones porque (hay) más de un millón de viviendas, no tendríamos personal suficiente para ir a eliminar todos los criaderos de zancudos”, dijo Rodríguez.

Ambos médicos hicieron el llamado a los ciudadanos para destruir los criaderos del mosquito y a los distintos sectores del país a unirse al combate de ambas enfermedades.

“Si seguimos con criaderos los zancudos van a seguir reproduciéndose, ya lo veíamos en el ciclo del zancudo, cada zancudo pone de 400 a 500 huevos, entonces cada zancudo vive de uno a dos meses, si está infectado es un mes que anda regando la enfermedad”, acotó Rodríguez.

De acuerdo con el último reporte del Minsal, en el país diez de cada cien viviendas tienen criaderos del mosquito transmisor del dengue y chikunguña, en San Salvador hay 22 de cada cien hogares con larvas, en Usulután y Ahuachapán es 13 por ciento, entre otros.