Sin control talleres de lanchas

Salud asegura que deben regularlos En zona costera La Unión piden control

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La mayoría de embarcaciones son construidas y reparadas en talleres de la zona. Gran parte de los pobladores de esta zona usan este tipo de embarcaciones para trasladarse, pescar o divertirse. foto edh / insy mendoza

Por Insy Mendoza comunidades@eldiariodehoy.com

2014-10-20 12:00:00

LA UNIÓN. En los municipios costeros de La Unión funcionan por lo menos ochos talleres en los que construyen y reparan lanchas, sitios en los que según vecinos, no hay ningún control por parte de las autoridades de los ministerios de Medio Ambiente (MARN), Salud, ni alcaldías.

En los referidos talleres utilizan resina, gasolina y vidrio molido, entre otros químicos para la fabricación y reparación de vehículos anfibios.

Los vecinos de estos talleres dicen que no hay control adecuado para la salud de los empleados y de las personas que viven aledañas al lugar, y lo confirma el doctor Darwin López, director de la Unidad de Salud del barrio San Carlos en La Unión.

Según López, hay dos situaciones generadas por la falta de control en los talleres.

La primera es que el trabajador debería tener las condiciones idóneas para laborar, citando el uso de mascarillas y guantes.

A ello suma el riesgo por las pequeñas fibras de vidrio que cortan y que se les puede ir a los pulmones hasta provocarles problemas crónicos. Igual sucede al aspirar los químicos que se usan para construir o reparar lanchas.

El galeno asegura que el Ministerio de Salud en coordinación con las alcaldías y Ministerio de Medio Ambiente, deberían tener un control del funcionamiento de estos negocios y verificar que cumplan con las medidas de seguridad como el tratamiento de las aguas residuales que salen de los talleres.

López dice que en todo proceso donde se usan productos químicos ” lavas, y donde van a dar todos esos desechos?, van directamente al mar o a una quebrada, pero al final siempre llegan al mar, los productos que utilizan en las fábricas de lanchas son resina, gasolina, thinner y todos son inflamables, tóxicos; estos lugares deberían tener una fosa séptica o pozo resumidero para que todas esas aguas residuales vayan ahí”.

Explica que “es prohibido que se tiren aguas residuales al mar, Salud Pública dice que son faltas graves que se tiren agua de procesos de fábricas a las quebradas, al mar o a las cunetas; no hay un control porque si llegas como Salud a decirle a estas personas que tienen que cerrar , te caen los Derechos Humanos porque esta gente tiene necesidad de trabajar y comer”, agregó el director de la unidad de Salud.

Según López, Salud para proteger a los ciudadanos debe hacer procesos legales y a través de alguna denuncia se abre un expediente.

Luego, se hacen las inspecciones, se dan las recomendaciones y tiempo para que las cumplan, si no lo hacen, se pasa a la Fiscalía y serían ellos los que cierren de manera definitiva el local.

El criterio de muchos ciudadanos es el mismo que el del galeno, pues sostienen que las alcaldías, a través de las unidades ambientales, así como el MARN y Salud, deberían tener un control del funcionamiento de los talleres y aplicar medidas para regular y prevenir la contaminación ambiental.

Ever Funes, de la unidad Ambiental de la alcaldía de La Unión, dijo que la fibra de vidrio es cancerígena y aseguró que como unidad no pueden regular por no haber un marco legal para hacerlo, pero que el Ministerio del MARN sí puede hacerlo.

Pese a ello, Miguel Guevara, un reconocido fabricante de lanchas en la isla Zacatillo, dijo desconocer a qué institución le corresponde que estos sean controlados y considera que ni la fibra de vidrio, ni resina son dañinos para la salud.

En cuanto a la responsabilidad de las alcaldías, en la isla Meanguera del Golfo hay una fábrica de lanchas y al consultarle al alcalde Luis Dheming sobre el tema, dijo que dicho local no tenía el permiso de parte de la municipalidad.

Mientras que el alcalde de Conchagua, Jesús Medina, manifestó que no van a permitir fábricas que trabajen con fibra de vidrio cerca de los grupos poblacionales, por la afectación que lleva a la salud de los habitantes.

Se buscó la versión de las autoridades del MARN a través de la unidad de Comunicaciones, se esperó y buscó respuesta por alrededor de dos semanas y los encargados del área al cierre de la nota no habían respondido.