Un grupo de especialistas llegó ayer por la mañana, sorpresivamente, a la oficina del director del hospital Rosales, Mauricio Ventura, para reclamarle por los descuentos que le han aplicado.
Los médicos recibieron las boletas en las que se reflejan depósitos de salario por $8.27 y $15, entre otros montos, correspondientes a agosto, y descuentos “por inasistencia injustificada” de más de mil dólares.
Mientras Ventura daba declaraciones a medios de comunicación, sobre las denuncias hechas minutos antes por el sindicato de médicos, los especialistas entraron a la oficina.
“¡Aquí venimos a decir las actitudes agresoras, autoritarias e ilegales que está tomando, miren los salarios que están entregando a los colegas, de $12.85!”, comentó el médico Alcides Gómez.
Gómez le dijo a Ventura que por vergüenza debería renunciar, que nunca antes nadie les había hecho tanto daño a los colegas.
“¡Esta es la venganza que se hace porque ha demostrado que es incapaz y que está en ese puesto porque evidentemente debe tener un sostén político!”, añadió Gómez.
Mientras tanto Ventura escuchaba, desde su escritorio, y al fondo se le escuchó decir: “¡Marque, doctor, para que no le descuenten!”.
Una nefróloga también intervino y con boleta en mano le reclamó: “¡He marcado y no me ha pagado y, aparte de eso, me ha descontado mis derechos como Seguro Social y AFP!”.
“Me quitó todo lo que merezco como trabajadora de este hospital, que no he faltado ningún día”, agregó la especialista.
Ventura contestó: “¡Si ha marcado no tienen por qué descontarlo, eso resuélvalo con Recursos Humanos!”.
La nefróloga intervino nuevamente: “A parte, si esto fuera con una persona que moralmente tuviera la capacidad y que nunca hizo eso, pero lo hizo, se iba del hospital a marcar a otros lados”.
Luego, Ventura declaró a los medios que los médicos están molestos porque, con el nuevo sistema de control de asistencia, será difícil trabajar en el Seguro y Social, porque una parte tiene incompatibilidad de horarios.
Desde el 9 de septiembre, los especialistas mantienen una constante denuncia sobre las carencias en el Rosales y demandan la destitución del director, lo catalogan como incapaz para solventar los problemas del hospital.
Al inicio, más de 100 especialistas no aceptaron el nuevo sistema de control. Hasta ayer el número se redujo a unos 40.