El miércoles por la noche la Orden de Malta El Salvador realizó su cena anual en un hotel de la capital, cuyo objetivo fue apoyar las obras humanitarias y clínicas asistenciales de la Orden, y con ello beneficiar a salvadoreños de escasos recursos económicos.
“No podemos dejar de agradecerle a Dios por permitirnos benefactores”, afirmó el presidente de la Orden, Pedro Houdelot, durante su discurso de agradecimiento, y en el que mencionó las obras benéficas que realizan, entre ellas las nueve clínicas asistenciales que funcionan en diferentes puntos del país.
“Lo importante de esto es el beneficio a obras humanitarias, ya que con ello se ayuda a nueve clínicas alrededor del país”, confirmó Elena de Marroquín, quien labora en uno de estos centros.
El Nuncio Apostólico en El Salvador, Monseñor Léon Kalenga Badikebele, fue uno de los asistentes a esta noche de gala. Él manifestó que la Iglesia no puede abandonar a los niños y adultos porque son el futuro de un país.
Josefina Escobar, de 94 años, es una de las beneficiadas con los proyectos, al igual que Nelson Oswaldo Castaneda, de 11 años. Ellos compartieron frente a todos los asistentes su grata experiencia al ser parte de los pacientes de la clínica asistencial Orden de Malta que funciona en la ciudad de Santa Tecla.
El encargado de bendecir los alimentos durante la cena fue Monseñor Fabio Colindres, obispo del Ordinariato Militar de San Salvador. El brindis estuvo a cargo de Julia de Houdelot, Dama de Gracia Magistral y Presidenta del Voluntariado de la Orden.
Quienes se encargaron de ponerle un toque musical a la noche fueron Jazzing Dance Studio y el músico Ángel Gutiérrez, quien desde tempranas horas interpretó diferentes piezas para los asistentes.