Automedicarse en caso de dengue y chikv puede ser mortal

En las primeras horas es difícil diferenciar entre los virus. Ibuprofeno y diclofenaco están contraindicados

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Automedicarse en caso de dengue y chikv puede ser mortal

Por Yamileth Cáceres nacional@eldiariodehoy.com

2014-10-16 7:00:00

La acelerada propagación que ha tenido el virus del chikunguña (CHIKV) en el país en cuatro meses y medio ha sacado a flote un problema que desde hace tiempos viene minando la salud de la población: la automedicación.

Los seis médicos que participaron el miércoles en el foro organizado por el Diario de Hoy para abordar la situación del dengue y el chikunguña coincidieron en que se trata de un grave problema al que debe buscársele una solución.

Rolando Masis, director de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud (Minsal), manifestó que en el caso de estas enfermedades, consumir fármacos sin ser recetados por un médico puede ser mortal.

El infectólogo Iván Solano Leiva comentó que la automedicación es un problema cultural arraigado no solo e el país sino en América latina.

Solano Leiva advierte que fiebre más dolor articular no solo significa chikunguña o dengue, que hay otras patologías que pueden dar esos signos y solo una evaluación médica permitirá diferenciarlas.

El especialista dijo que ha escuchado a mucha gente con síntomas del nuevo virus quejarse y decir que prefiere no ir a los establecimientos de salud porque solo acetaminofén les darán.

“El tratamiento, hablando de chikunguña es básicamente acetaminofén e hidratación; no esperemos otro tipo de tratamientos”, acotó Solano Leiva.

Mientras que Masis expuso que uno de los problemas es que la población tiene la percepción de que el dengue y el chikunguña no son mortales y que son autosuficientes para suministrarse un fármaco.

“Que la población entienda que medicarse con cualquiera otra cosa que no sea acetaminofén puede resultar mortal, ya sea por el tema de las hemorragias que puede producir cualquier otro medicamento, así como las graves disfunciones hepáticas que pueden derivarse de la asociación de otros tipos de analgésicos con las enfermedades virales”, añadió Masis.

El Director de Vigilancia Sanitaria también llamó a los médicos del sector privado a no recetar otro producto que no sea acetaminofén para el tratamiento de la nueva infección en la fase aguda.

Agregó que tienen conocimiento que están indicando dipirona, esteroides, ibuprofeno, diclofenaco y aspirina en la fase aguda, lo que significa que hay desinformación; por ello invitó al gremio a revisar los lineamientos en la página web del Minsal.

“El tema de dar acetaminofén o paracetamol, que es su sal química, no es un tema de pobreza como muchos dicen, es el medicamento que menos daño puede hacer a las personas en esta situación”, añadió Masis.

Por su parte, el infectólogo Jorge Panameño opinó que en las primeras 24 a 48 horas puede ser difícil diferenciar entre dengue y chikunguña y una medicación inapropiada puede llevar a graves consecuencias.

“Estas cosas vienen a poner el dedo en la llaga en el sentido que seguimos necesitando acercar la salud a los pueblos para que ya no haya condiciones que hagan que una persona tenga que buscar automedicarse porque no tiene otra alternativa”, acotó Panameño.

Mientras que Nadia Rodríguez, directora Regional de Salud Zona Metropolitana, dijo que las medicinas siempre tienen un efecto secundario y el manejo inadecuado puede tener consecuencias a corto, mediano y largo plazo.

“Que la población entienda que debe consultar a los servicios porque no es solo el hecho de que le vamos a dar acetaminofén, se brinda educación, se brinda promoción, además nos ayuda a notificar este caso y a hacer una serie de acciones de control de foco”, acotó Rodríguez.

María José Herrera, investigadora Senior de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo (Fusades), comentó que es un tema cultural y que el salvadoreño lo hace como una especie de “hobby” (pasatiempo).

Agrega que la facilidad con la que las personas pueden adquirir los productos sin las recetas agrava la situación, aunado a los largos tiempos de espera para pasar consulta en el sistema de salud pública, como el Seguro Social.

“Hay todavía mucho trabajo que debe hacer el Minsal en ese sentido y otras instancias como la Dirección Nacional de Medicamentos (DNM)”, acotó Herrera.

La representante de Fusades indicó que la DNM debe trabajar en regular a los dependientes de las farmacias que se están convirtiendo en médicos empíricos.

Herrera expresó que el Minsal debe apostar por implementar estrategias innovadoras de cambio de comportamientos en la población, no solo proporcionar la información.

Por su parte, el infectólogo Rolando Cedillos dijo que “los antibióticos no son efectivos contra las enfermedades virales”.

Entre junio y el 11 de octubre, el Minsal reporta 58 mil 857 casos sospechosos de la fiebre chikunguña, solo en la última semana se agregaron 11 mil 861, pero 5 mil 582 son de semanas anteriores que no habían sido introducidas en el sistema de información.

De acuerdo con el Minsal San Vicente, San Salvador, La Unión y Usulután son los departamentos más afectados, la tasa sobre pasa los mil.

Mientras que el grupo de edad más afectado son las personas de 30 a 39 años, los menores de un año y los de 40 a 49 años.

A la fecha, el 98 por ciento de los municipios del país reporta casos sospechosos.

En la última semana se registran 294 personas hospitalizadas con síntomas de la enfermedad. El principal centro que notifica más ingresos es el de San Miguel, le siguen el Psiquiátrico, Santa Ana, San Bartolo, Zacatecoluca y San Vicente.

Los especialistas también llamaron a la población y el resto de instituciones a unirse en la destrucción de criaderos de zancudos.

El plan implementado por las autoridades para frenar la circulación tanto de dengue como chikunguña también fue cuestionado.

Cedillos claramente dijo que se ha fracasado en la erradicación del Aedes aegypti. “No podemos perder de vista que hay un fracaso en el combate del mosquito”, expresó el infectólogo.

Panameño manifestó que el sistema de notificación epidemiológica falló. Y Herrera opinó “era de esperarse que si la respuesta al dengue había sido de alguna manera fallida, el chikunguña corriera con la misma suerte”.

En lo que va del año, el Minsal reporta 46 mil 830 casos sospechosos de dengue, un 105 por ciento más que el año pasado a la misma fecha y 14 mil 149 confirmados, un 68 por ciento más que en 2013.