Un grupo armado irrumpió, la noche del sábado, en una vivienda del cantón Las Lajas, del municipio de Izalco, Sonsonate, y obligó a dos hermanas a salir a la calle.
Cuando las víctimas, de 14 y 16 años, estaban frente al inmueble, los delincuentes les hicieron varios disparos.
La hermana menor pereció de inmediato, la otra sobrevivió y fue llevada gravemente herida a un hospital.
Hasta ayer por la tarde, las autoridades desconocían cuál era el estado de salud de la adolescente.
La Policía atribuyó el atentado a pandilleros, porque presuntamente las menores de edad se relacionaban con integrantes de estos grupos.
Las autoridades dijeron desconocer si los atacantes pertenecían al bando con el que supuestamente se vinculaban las víctimas o si fueron mareros rivales los que cometieron el crimen.
Fuentes policiales informaron que por este hecho no hubo detenciones.
Horas antes de este atentado, Wilfredo Reyes Paz Hernández, de 33 años, también fue ultimado en el caserío Los Morales, del cantón La Palma, en Cojutepeque, Cuscatlán.
Ayer, en el mismo departamento, pero en el municipio de Suchitoto, cantón San Dieguito, la Fiscalía reportó el homicidio de un hombre.
La víctima no fue identificada ni se reveló cuál pudo ser el móvil del hecho.
En las últimas semanas, Cuscatlán ha sido escenario de varios hechos delictivos, la mayoría de ellos se ha registrado en los municipios de Cojutepeque y San Pedro Perulapán.
Las estadísticas de las autoridades revelan que hasta el pasado 23 de octubre se habían registrado 3,113 asesinatos en todo el país.
Mientras que hasta ese día, se documentaron 240 muertes violentas en el mes.