Fusal destaca que la desnutrición afecta el rendimiento productivo

Añaden que se debe trabajar por reducir la desnutrición y la inseguridad alimentaria

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En el país, 20 de cada 100 niños tienen desnutrición crónica y 6 de cada 10 menores padecen de anemia. foto edh / archivo

Por Georgina Vividor comunidades@eldiariodehoy.com

2014-10-22 7:00:00

En el marco del Día de la Alimentación que se celebró el pasado 16 de octubre, organizaciones hacen conciencia sobre la necesidad de trabajar por la lucha contra la desnutrición y favorecer la seguridad alimentaria en el país, sobre todo cuando se ha visto afectado por fenómenos como la roya en las zonas de occidente y la sequía en el oriente del país.

“La desnutrición es un problema al que no se le presta mucha atención pero que tiene un efecto bien grande sobre la reproducción de la pobreza y sobre la economía de un país”, detalló Rebeca Cruz, gerente de Programas de Salud de la Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano (Fusal).

Según Cruz, este problema tiene consecuencias irreversibles, ya que si un niño no logra desarrollarse bien, se afectará su capacidad de conocimiento y al llegar a la edad adulta esto también afectará su rendimiento productivo, generando costos económicos altos para el país.

Según datos del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI por sus siglas en inglés), en términos de desnutrición, uno de cada 6 niños presenta desnutrición aguda peso por talla en el país y un 31 por ciento de los menores presenta anemia a nivel nacional.

De acuerdo a Máximo Torero, director de la División de Comercio, Mercados e Instituciones y Director para América Latina del IFPRI, “sin nutrición y seguridad alimentaria sostenible y estable se afectará el capital humano y agregará gastos fiscales a los gobiernos con consecuencias negativas en la capacidad y gestión del gasto público”.

De acuerdo a Torero, los principales factores que habría que cambiar para poder mejorar la desnutrición son, reducir la brecha económica, para que exista mayor acceso a los alimentos. Además, mejorar la educación materna infantil, así como mejorar el acceso a servicios públicos de salud y de infraestructura.

“De nada me sirve que, como gobierno, invierta en darles nutrientes a los niños en la mitad. Programas como el vaso de leche son buenos, pero no son suficientes, la población necesitan más”, dijo Torero.

Tanto Cruz como Torero coinciden que en el país se necesita implementar más esfuerzo para garantizar a las familias la obtención de alimentos, sobre todo con los problemas de la roya, sequía y las lluvias que recientemente han afectado al país.

De acuerdo a Cruz, aunque aún no se tienen datos puntuales de aumento de desnutrición por la roya y la sequía, la afectación realmente se proyecta en 2015 y 2016, si no se toman medidas más sostenibles.

La representante detalló que en municipios como Apaneca y Ataco, donde trabaja el programa Libras de Amor, y que son zonas cuya población depende en un 87% directamente del cultivo del café.

“Solo en la zona cafetalera se ha disminuido 91 mil empleos, eso afecta en la seguridad alimentaria en el área de accesibilidad de alimentos”, añadió Cruz.

Según la gerente de Programas de Salud de Fusal, junto con otras organizaciones han tomado medidas para suplir la emergencia dando dotaciones de alimentos, pero reconoce que esto no será sostenible en el tiempo.

Por otra parte, en el caso de la sequía, Cruz estima que esto ha venido a afectar las cosechas de las familias más pobres y que en este caso muchas personas se quedan sin alimentos para subsistir y esto viene a afectar su nutrición.

“Yo si consideraría que ya estamos entrando en una crisis alimentaria y tenemos que buscar respuestas que sean más sostenibles, a este tipo de situación”, concluyó Cruz.