Controlar los criaderos es clave para frenar epidemia

El infectólogo Iván Solano Leiva subrayó la necesidad de erradicar el zancudo. Algo que no se logrará sin que los ciudadanos colaboren, advirtió

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Dr. Iván Solano Leiva Profesión: Médico Infectólogo Cargo: ejerce en una institución autónomaFoto EDH / marlon hernández

Por Lilian Martínez servicios@eldiariodehoy.com

2014-10-15 8:00:00

Un mayor compromiso de las alcaldías y de los ciudadanos es necesario para frenar la incidencia de dengue y chikunguña en El Salvador.

Ese es el punto de vista del infectólogo Iván Solano Leiva, para quien “el control de los criaderos de zancudo es la clave del éxito para lograr controlar ambas epidemias”.

El médico recordó que un índice larvario que se podría considerar aceptable sería del 4 %, pero en el país ese índice se supera con creces. Solo en San Salvador 22 de cada 100 casas inspeccionadas tienen criaderos de zancudo.

El infectólogo considera que lo ideal sería que si en una colonia, barrio o caserío hay un caso de dengue o chikunguña, los vecinos se organizaran para buscar y eliminar los criaderos de zancudo.

“Las acciones complementarios, como las fumigaciones son parte del abordaje integral de contención de la epidemia, pero necesitamos la participación ciudadana y la participación de las alcaldías involucradas”, afirmó.

También señaló que ambas enfermedades tienen en su base condiciones económicas y sociales. Reconoció que el Ministerio de Salud ha hecho un esfuerzo para combatirlas, pero este “ha sido insuficiente”. En su opinión, falta que lo acompañen otros sectores y una mayor participación de las comunidades afectadas.

Respecto a la fase crónica del chikunguña, el infectólogo cree necesario un esfuerzo comunicacional, para que las personas no se automediquen y consulten al médico. Recordó que hay grupos de mayor riesgo en los que es más probable que se den complicaciones, como los niños muy pequeños y las mujeres embarazadas.

Respecto a los costos de la enfermedad, advirtió que “sería mucho más barato invertir en prevención que en el tratamiento” y añadió: “Es lógico pensar que en una epidemia los costos van a aumentar, día con día”.

Como parámetro de comparación, afirmó que invertir en vacunas es más barato que lo que se gasta en el tratamiento de estas enfermedades virales.

Solano Leiva aseveró que la fiebre y el dolor muscular no solo son síntomas de dengue y chikunguña, sino que pueden ser indicios de otras enfermedades. Por ello recordó que se debe acudir al médico ante estos síntomas, pues “puede salir más caro automedicarse”.

Basado en su experiencia, recordó que “mucha gente no va a consultar” y pese a que la Ley de Medicamentos lo prohíbe, algunos dependientes de farmacias recomiendan esteroides intramusculares para el dolor. Algo que es contraproducente.