Los coyotes ofrecen a las familias que los niños viajarán “acompañados” y “seguros”. Además, han trazado nuevas rutas, no caminan ni viajan en tren y cuentan con la colaboración y venia de “Los Z”. Esos son algunos de los hallazgos del estudio exploratorio “Motivos de Migración de la Niñez y Juventud en 27 Municipios de El Salvador” difundido ayer por World Vision.
El estudio fue presentado ayer como un esfuerzo para conocer más el fenómeno de la migración infantil y para llamar la atención de las autoridades a fin de que combatan las causas que motivan dicha migración: la reunificación familiar, la necesidad económica y la violencia.
La investigación no se basa en entrevista a menores de edad retornados, sino en entrevistas a sus familiares en El Salvador. En uno de los testimonios recopilados se afirma que dos hermanitas “migraron entre febrero y abril de este año, tardaron 5 días en llegar y su tránsito fue por autobús, hasta llegar a Reynosa, México, donde el coyote las entregó a Migración, ahí se contactaron con los padres de las niñas y se las entregaron”.
El familiar entrevistado en este caso asegura que las niñas “dormían con otras 3 señoritas, el coyote las cuidó y fue ‘respetuoso’ con ellas”. Como documento de identificación las niñas llevaban consigo la partida de nacimiento.
El estudio afirma: “Según se percibe, el coyote tiene establecidas redes de tránsito, gestiona con la organización denominada ‘Los Z’, conoce los puntos de seguridad y puede transitar libremente”
Para la investigación se entrevistó a familiares de migrantes, ubicados en 27 municipios del país donde Visión Mundial tiene presencia. En el 92 % de los casos considerados el viaje de los menores de edad hacia Estados Unidos fue exitoso.
Ello arroja información nueva como que los viajes han sido cortos, los menores de edad viajaban acompañados y usaron medios de transporte en “rutas más seguras”.
Se subraya que en muchos casos los coyotes tienen como objetivo “la entrega a la patrulla fronteriza, lo que ‘facilita’ la llegada al destino”.
Es decir, que la patrulla fronteriza intercepte a los niños no es visto como un fracaso, sino como un paso necesario para la reunificación.
Parece que las familias en El Salvador no están conscientes de que, aunque los menores sean entregados a sus familiares en Estados Unidos a l espera de una audiencia con el juez de Migración, están en medio de un proceso de deportación.
La investigación exploró diversas causas de la migración infantil y juvenil. Como la principal figuró la reunificación familiar, en segundo lugar los motivos económicos y en tercer lugar la inseguridad.
Los niños entre 0 y 12 años migran por la primera causa. Pero “mientras aumenta la edad, las motivaciones económicas y de violencia cobran importancia en la decisión de migrar”, señalan.
Del 1 de enero al 30 de septiembre 3,133 menores de edad han sido deportados desde México vía terrestre y 38 han sido deportados vía aérea desde Estados Unidos. En estos últimos casos, según Migración, se trató de menores que viajaban acompañados y cuyas familias optaron por la repatriación voluntaria ante las condiciones de los albergues.