En el Zapote Abajo lidian con las secuelas del chikunguña

El comité de Salud reporta que las personas mayores de 50 años son las más afectadas

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María Gómez es una de las afectadas por el virus chikunguña, en el Cantón Zapote Abajo. foto EDH / MAURICIO C??CERES

Por Yamileth Cáceres servicio@eldiariodehoy.com

2014-10-14 7:00:00

María Gómez, una mujer delgada y de piel quemada, se desplaza con dificultad por los caminos de tierra en el cantón Zapote Abajo, en Ayutuxtepeque, dice que los dolores en las articulaciones le causan molestias.

Ella fue infectada con el virus del chikunguña a inicios de agosto, cuando los casos sospechosos de la enfermedad en el país comenzaron a sobrepasar los mil semanales. En la zona la enfermedad se había propagado tres meses atrás.

Ella relata que permaneció dos semanas en cama con fiebres altas y dolores en el cuerpo, un mes después le volvieron a aparecer los síntomas, en esta ocasión los malestares le pasaron en ocho días.

Pero el dolor en las articulaciones no le han cesado. Para aliviarse y reducir la inflamación en las piernas se ha inyectado medicamentos, y además usa remedios caseros a base de plantas.

Algunas plantas las pone en alcohol y, luego, las hojas se las frota en sus piernas.

“Ya tengo como tres días de haberme levantado a hacer un poquito de oficio; carga no me puedo poner porque en un medio tropezón uno se cae”, comentó la señora.

María manifestó que los dolores son sobre todo en los hombros, los brazos y las piernas. “Antes no me dolían tanto, pero hoy sí. Por ratos se me quita porque tomo pastillas”, agregó María.

En el cantón Zapote Abajo el Ministerio de Salud (Minsal) detectó por primera vez la circulación del virus, con ayuda de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos.

Pero fueron los pobladores los que alertaron sobre la enfermedad que estaban sufriendo en el cantón: fiebres elevadas, dolores en las articulaciones, ronchas en la piel y falta de apetito, esto desde mediados de abril.

Jorge Luna, del Comité de Salud y Medio Ambiente de la zona, manifestó que al inicio la gente creía que se trataba de un resfriado y se automedicaba, pero luego comenzaron a asistir a la unidad de salud, pero nadie les decía nada.

Luna expresó que los pobladores vieron en los Equipos de Salud Comunitarios una alternativa de atención, pero no funcionaron. “Si nosotros no damos el aviso de alerta, el Ministerio de Salud no se pone en alerta”, acotó.

Fue el 11 de junio que el Minsal alertó sobre “la aparición de una enfermedad febril con erupción en la piel, dolores articulares y musculares”. Ese día el viceministro descartó que se tratara del chikunguña, pero 15 días después confirmaron la presencia de la enfermedad.

En cuestión de meses, la infección se propagó en el 96 por ciento de los municipios. Hasta el 4 de octubre, el Minsal registraba 46 mil 996 casos sospechosos, sin embargo, no se les hace la prueba a todos los afectados, y el ISSS reportó el lunes 45 mil 783 casos.

Tras cinco meses de la aparición del brote, Luna sigue pidiendo al Minsal un estudio “más serio” sobre lo que ocurrió en la zona, por hoy dicen sentirse abandonados.

Baudilio Quintanilla es otro de los habitantes del cantón Zapote Abajo que lidia con las secuelas del virus.

“Lo que molesta son los dolores en las articulaciones, uno se levanta de la cama algo doliente, desganado de caminar, pero como uno tiene cosas que hacer, hay que levantarse”, comentó Quintanilla.

Lo que están viviendo los habitantes del cantón es la fase crónica de la enfermedad que se manifiesta con dolor en las articulaciones 90 días después de la infección y pude durar hasta tres años.

Luna dice que todos las personas mayores de 50 años han quedado “bien amolados”, los menores de 18 años son los que menos dificultades presentan.