Fingen plagio para exigir extorsión

Dos adultas y una adolescente pedían $700 a víctimas

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La adolescente que fingió su secuestro fue detenida en los alrededores del parque Infantil, en la capital. Foto EDH / archivo

Por sucesos@eldiariodehoy.com

2014-10-23 7:00:00

Una adolescente, en complicidad con dos adultas, habría planificado un autosecuestro para poder exigirle dinero a sus familiares.

La menor de edad y una cómplice fueron aprehendidas por las autoridades.

La primera está siendo procesada en un Juzgado de Menores; otra fue enviada a prisión provisional por el Tribunal 8° de Paz. Para la tercera imputada se giró una orden de captura.

Según la investigación, el pasado 3 de junio, Irene N. salió de casa a estudiar a una institución educativa situada en el barrio San Jacinto, de San Salvador. La joven no regresó a la vivienda y sus allegados la dieron por desaparecida.

Un día después, ellos recibieron una llamada telefónica donde les decían que tenían a la adolescente y, si no entregaban $700, la matarían.

Durante una semana, las delincuentes llamaron 60 veces a los parientes de la “desaparecida” para exigirles el pago del rescate.

Las víctimas depositaron $605 en una cuenta bancaria a nombre de Wendy Liseth Castellanos Linares, de 33 años.

Dos pagos más los hicieron a través del servicio de pago de transferencia telefónica, al número desde el cual se habían hecho las extorsiones. Según las autoridades, el número telefónico pertenecía a Arely Alvarado Lara, de 22.

A pesar de la haber entregado el dinero, la adolescente no fue “liberada” ni sus familiares tuvieron información sobre ella.

Según la Fiscalía, el 12 de junio, un investigador policial asignado al caso, tuvo información de que a Irene N. se le había visto muy tranquila en la Alameda Juan Pablo II y que, presuntamente, se relacionaba con pandilleros.

La Policía buscó a la estudiante en la zona y la encontró cerca del parque Infantil.

A la joven le decomisaron dos teléfonos celulares y entre sus contactos tenía registrado el número desde el que se hicieron las extorsiones.

La investigación ha arrojado que mientras se hicieron las llamadas, se activó la antena que da cobertura en el centro penal La Esperanza (conocido como Mariona).