Hubo fallas para identificar la presencia de la enfermedad

El infectólogo Jorge Panameño insiste en que, desde que se conocieron los primeros casos de chik, se debió actuar rápido

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Dr. Jorge Panameño Profesión: médico especializado en infectología (enfermedades causadas por bacterias, virus, hongos y protozoos).Foto EDH / marlon hernández

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2014-10-15 8:00:00

Para el infectólogo Jorge Panameño, la elevada cifra de casos de chikunguña que se registra en la actualidad, es una evidencia de la vulnerabilidad del país frente a las enfermedades causadas por vectores, pero también destaca que el sistema sanitario local no se había preparado para su llegada, pese a los avisos internacionales.

Es decir, no se trabajó apropiadamente para eliminar las condiciones que fomentan la presencia del mosquito transmisor, como es el caso de los criaderos de zancudos.

Sin embargo, el especialista deja claro que “el sistema de notificación epidemiológica falló”, puesto que con solo el hecho de que en el Cantón Zapote se tenían casos de carácter sospechoso, con aspectos clínicos, era ya una justificación para iniciar actividades dirigidas a estudiar y controlar, lo mayor posible, el problema.

“Se pudo haber minimizado la situación que ahora estamos viviendo, de haberse tomado medidas tempranamente, al reconocer la presencia de la enfermedad”, argumenta.

Panameño discrepa con el hecho que las autoridades sanitarias insistan en que gracias a las buenas medidas que tomaron no hay muertos a causa de la chikunguña, pues sostiene que esta enfermedad se caracteriza por tener una mortalidad baja y solo va a causar daño en determinadas condiciones: niños muy pequeños, adultos con enfermedades debilitantes, alta morbilidad en embarazadas.

El infectólogo destacó que la responsabilidad de controlar la presencia de esta y otras enfermedades, causadas por virus transmitidos por mosquitos, no recae solo en el Ministerio de Salud, sino también, en otros sectores y la propia ciudadanía.

“Tenemos que ver, en este momento, como paramos la epidemia y, posteriormente , se enfocan, de forma seria, los esfuerzos por erradicar de una vez por todas”, expone.

Es del criterio que se puede eliminar el dengue o al menos controlarlo con la participación de las alcaldías. “Ya es hora, por ejemplo, de comenzar a emitir ordenanzas municipales que estimulen o pasen una factura a aquellos miembros de la comunidad que no estamos colaborando activamente en este proceso”, dijo. Igual destaca la necesidad de que haya un protocolo de atención a los pacientes y que se socialice.