Escuelas agobiadas por falta de buena infraestructura

Hacen falta aulas informáticas, equipo, bibliotecas y laboratorios

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El Instituto Nacional General José María Brand levantó dos aulas provisionales en el patio. Fotos EDH / LISSETTE MONTERROSA.

Por Susana Joma servicios@eldiariodehoy.com

2014-10-23 8:00:00

Trabajar codo a codo, hacinados, es el día a día de los maestros y estudiantes del Instituto nacional General Jesús María Bran, debido a que el local que el Ministerio de Educación (Mined) alquiló para ellos, a partir de marzo pasado, ha resultado demasiado pequeño para los 600 alumnos que tiene matriculados.

El sitio en donde está, actualmente, es en la Colonia Flor Blanca y según el profesor José Napoleón Rafaelán, director del mencionado centro, en los últimos catorce años han tenido que cambiar de local, por lo menos, en cinco ocasiones.

Hasta donde recuerda, en un tiempo estuvieron cerca de la Escuela Concha Viuda de Escalón, luego, en la Colonia Montefresco y después en la Colonia Lisboa, donde el local era más grande pero se vieron forzados a dejarlo.

“Es un local muy pequeño (el actual) y realmente hemos hecho dos aulas provisionales para poder albergar esta cantidad de alumnos. Tenemos secciones con 62 alumnos por la tarde y 72 por la mañana”, explicó.

La situación en esta institución educativa, que brinda servicio en los dos turnos, es difícil pues no dispone de suficientes baños. Eso resulta muy incómodo para los alumnos, los 27 profesores y los diez administrativos que laboran en esa institución, en donde se brinda bachillerato general y contador.

Rafaelán expresó que el centro dispone de pupitres en buen estado y un aula informática con equipo en buenas condiciones, pero no hay espacio para la biblioteca, y menos, áreas verdes, en donde los jóvenes puedan departir durante el recreo.

Según explicó, el Mined cancela $3,904 dólares en concepto de alquiler del mencionado local.

Un problema que abarca a otras escuelas

Sin embargo, la necesidad de infraestructura no se limita a la capital, según se pudo sondear con algunos directores.

En el interior del país hay otras instituciones educativas públicas que están a la espera que el Gobierno mejore su infraestructura, uno de ellos es el Centro Escolar Cantón San Antonio, de Comasagua, La Libertad.

El director, David Antonio De León Ortega, expresó que ellos requieren que se construya un muro perimetral para tener alguna seguridad, también que se revise el sistema eléctrico de la escuela y se cambie el piso.

A diferencia del Instituto capitalino, en la escuela de Comasagua, donde atienden a 232 alumnos, no cuentan con Centro de Recursos de Aprendizaje, mucho menos con computadoras.

En un documento que el ministro de Educación, Carlos Canjura, presentó este año a un grupo de profesionales del sector educativo, se reconoce que “la infraestructura escolar es insuficiente, inadecuada e incompleta”.

“El 50 por ciento de escuelas tienen más de sesenta años y no reciben mantenimiento. Y el 47 % de los inmuebles no están debidamente inscritos en el registro”, se expone.

En este contexto, la situación no es menos favorable para el Centro Escolar Cantón El Cedro, de Panchimalco, en donde no solo necesitan que les construyan un muro perimetral que les de seguridad, sino, también, demandan reparaciones en los sanitarios destinados a los párvulos.

Daniel Rodríguez, director de dicha institución de enseñanza, aseguró que allí cuentan con 521 estudiantes y las necesidades no se limitan a reparaciones de las instalaciones.

Con ello se refiere a que les hacen faltan educadores para atender la Educación Física, atender la parte artística, un docente para el Centro de Recurso de Aprendizaje y también instructores para los talleres de cosmetología, sastrería y panadería.

El ministro Canjura ha reconocido, en más de una oportunidad, que el sistema educativo nacional no está dando cobertura a esos campos.

Según el informe que entregó a los especialistas, ese déficit está vinculado a un desequilibrio en la formación y distribución de la planta docente nacional.

En el Centro Escolar Caserío El Chino, en el departamento de Ahuachapán, la comunidad educativa está demandando la reparación del comedor, del sistema eléctrico, una cerca perimetral que los proteja de las inundaciones, así como la dotación de pintura para toda la escuela.

“Todos los años se nos inunda la escuela. La última inundación que tuvimos fue un metro adentro de las aulas”, afirmó Rafael Antonio Martínez, director del centro.

De acuerdo con las palabras de Martínez, su centro tiene una pequeña biblioteca pero no cuentan con tecnología, ni laboratorios de ciencias.

La escuela El Chino tiene tres maestros y 150 alumnos.

“Somos tres maestros trabajando los dos turnos. Este año tuve que cerrar tercer ciclo porque pasé más de seis años solicitando recurso humano para atender a los alumnos y nunca me lo dieron. Se nos hacía muy complicado atender dos grados en la misma aula. Solo nos quedamos hasta sexto grado”, afirmó.

Según Martínez, él necesitaba dos maestros: uno especializado en Matemática y otro en Inglés.

De cara a esta problemática, especialistas en Educación como Óscar Picardo y los mismos gremios docentes continúan insistiendo al Gobierno que se necesita incrementar, sustancialmente, el presupuesto asignado a Educación con respecto al Producto Interno Bruto (PIB).

En la propuesta de presupuesto general que Hacienda presentó a la Asamblea Legislativa se ha dispuesto asignar $914.3 millones a la cartera de Educación, lo que supone $30 millones más respecto al año anterior. Sin embargo, los fondos adicionales serán para proyectos específicos, como la ampliación del paquete escolar a bachillerato y la universidad virtual.