David Ulises tenía una vida provechosa. Era director de una escuela en San Francisco Chinameca, La Paz. Pero un día de julio del año pasado su corazón dio un vuelco cuando policías le pusieron frías esposas de metal en sus muñecas y su vida se derrumbó.
Una alumna de 16 años le había contado a sus familiares que el director de la escuela la había violado sexualmente una sola vez y la había dejado embarazada.
Pese a las súplicas y su rechazo a las acusaciones, David Ulises fue llevado a una celda policial en donde permaneció hasta que 72 horas después fue llevado a un juzgado de la localidad.
La ley actual manda a los jueces a enviar a prisión provisional a los hombres que son acusados de violación sexual: ya que en estos casos el testimonio de la víctima vale más que la palabra del imputado.
El bebé nació mientras David Ulises seguía soportando su calvario en un penal, en donde sufrió agresiones de los presos. Pasó 15 meses en un penal a la espera de la audiencia previa al juicio.
Sus familiares y abogado no se quedaron de brazos cruzados ya que sabían que se estaba cometiendo una injusticia. Solicitaron una prueba de ADN y los exámenes finales determinaron que David Ulises no había abusado de la menor de 16 años y que el niño no había sido procreado por él. La mentira se vino a pique y el Juzgado de Instrucción de San Luis Talpa ordenó la inmediata libertad de David Ulises.
Dicha prueba sanguínea es determinante en los casos de violación sexual.
La menor había contado a sus familiares que no había sostenido relaciones sexuales con nadie y que era el director de su escuela el responsable de su precoz embarazo.
El tribunal dejó abierto el caso para que la Fiscalía de con el paradero del padre del bebé y lo procese por haber tenido relaciones sexuales con una menor.
Además dejó abierta la posibilidad que David Ulises contrademande a la menor por haber mentido y haber arruinado su vida.
David Ulises salió en libertad, con su espíritu destrozado por haber perdido 15 meses de su vida tras los barrotes, pero con su conciencia tranquila porque sabía que era inocente de las acusaciones.
Pero su calvario no terminó ahí. El Ministerio de Educación lo había destituido como director de la escuela. En su fallo, el tribunal dejó a David Ulises la puerta abierta para que acuda al Ministerio de Educación y exija ser restituido en su cargo como director escolar.