Dos microbuseros de la ruta 42 fueron detenidos ayer, cerca de las 8:30 de la mañana, luego de que supuestamente causaron lesiones a un busero de la misma ruta y robaran su arma.
El incidente se originó en la alameda Manuel Enrique Araujo y comunidad Las Palmas, cerca del Estado Mayor de la Fuerza Armada.
En ese lugar, motoristas y cobradores de la ruta 42 se liaron a golpes y profirieron insultos contra otro conductor que manejaba un autobús de la misma ruta.
Una patrulla policial que circulaba por la zona se percató del altercado e intervino.
Luego de escuchar las versiones de supuestos agresores y víctima, los policías procedieron a la captura de los primeros, dijo un sargento, quien, por no estar autorizado a dar información, se negó a identificarse.
Por esa misma condición afirmó que no podía ampliar con más detalles el incidente.
El agente manifestó que desde hacía varias cuadras los motoristas se peleaban la vía para ganar los pasajeros que se encontrarían en el camino, lo que terminó en daños materiales, agresiones y detenciones.
Al parecer, los microbuseros dañaron el espejo lateral izquierdo del bus de la Ruta 42. Los enardecidos microbuseros, no conformes, se subieron al bus y, al parecer, rociaron de gas pimienta al motorista.
El busero, al verse abatido por sus rivales, supuestamente sacó su arma de fuego para defenderse.
Pero en vez de ahuyentar a sus agresores, éstos le habrían arrebatado el arma de sus manos. Luego, aparentemente, escapaban con el arma de fuego, momento en que apareció el patrulla y los detuvo.
Un policía afirmó que este es otro caso más de intolerancia que se presenta en el transporte colectivo en la zona metropolitana.
Agregó que los sujetos fueron capturados por los delitos de robo de arma de fuego y lesiones en perjuicio del busero de la misma ruta.
Ante el zafarrancho de los conductores y la intervención de la Policía, los pasajeros del microbús y del autobús no tuvieron más opción que bajarse y subirse a otra unidad.
También en el lugar se generó congestionamiento vial pero con la llegada de la Policía, el autobús y el microbús fueron apartados para que continuara la fluidez del tráfico en la zona. La Policía hace un llamado a los empleados del transporte colectivo a evitar estos incidentes, para no afectar a los pasajeros.