5 deportistas víctimas de las pandillas

Con los asesinatos de cinco deportistas se terminaron los esfuerzos y la preparación de años, se acabaron las aspiraciones de regalar trofeos, medallas, satisfacciones y alegrías para un país que se encuentra derrotado por la violencia

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La atleta Allison Renderos fue asesinada con barbarie por un grupo de pandilleros. El crimen conmocionó al país. Foto EDH/ Archivo.

Por ??scar Iraheta Twitter:@oscar_iraheta

2014-10-25 8:00:00

Tenían entrega, coraje y un incondicional compromiso con el deporte salvadoreño. Cada uno en una disciplina diferente se superó y regaló al país alegrías y glorias. Todos fueron asesinados cobardemente dejando un vacío enorme en sus alumnos, instructores, aficionados y familias.

Los sueños de sus familias se truncaron, su preparación de años y las aspiraciones por conseguir más medallas y trofeos para El Salvador también se acabaron.

El Diario de Hoy hizo un recuento de los cinco deportistas y profesionales que se ha cobrado la violencia en los últimos años.

La primera atleta que fue víctima de la violencia fue la joven promesa de la lucha olímpica Alisson Isela Renderos Recinos, de 16 años. La joven fue asesinada en mayo de 2012.

En 2014 la segunda víctima fue Noé Enrique Bonilla, de 18 años. Noé nació con el síndrome Down, pero a pesar de eso practicaba deporte y ayudaba a sus familiares en trabajos agrícolas. El atleta fue ultimado a balazos el 24 de julio, en San José Villanueva en La Libertad.

El miércoles 17 de septiembre un maestro de karate fue asesinado por las maras.

El hecho se cometió en el municipio de Soyapango y la víctima fue identificada como Salvador Isaías Colocho.

Una semana después otro atleta y maestro de karate fue asesinado en el mismo municipio. La víctima fue José Mario Romero, de 29 años, quien tenía 10 años de liderar una academia que funcionaba con el apoyo de la alcaldía.

La última víctima del deporte que se cobró la violencia fue el campeón de fisicoculturismo centroamericano en 75 kilogramos, Johnny Stanley Rivas Martínez, quien también era agente de la Unidad de Mantenimiento y del Orden (UMO). Rivas fue asesinado el sábado 11 de octubre en La Libertad.

En el caso de Alisson, ya hay condenas. En otro, los detenidos están en proceso. Tres homicidios más siguen impunes.

Tres de los atletas asesinados entrenaban a jóvenes y adultos para alejarlos en lo posible de las pandillas, sin embargo, los mareros les quitaron la vida dejando tirados proyectos deportivos y desanimando a muchos alumnos a quienes los atletas motivaban.

Las cinco víctimas iniciaron sus vidas deportivas desde temprana edad y lograron obtener trofeos y medallas fuera del país en poco tiempo, ganándose el respeto y admiración de muchos.

La comunidad deportiva lamentó los homicidios, los entrenadores y personas que acompañaron la vida de los deportistas aún los lloran y lamentan la muerte de los atletas.

Repudio general

En las redes sociales cientos de lectores repudiaron los homicidios y expresaron sus condolencias a las familias de los atletas, a los compañeros y a los entrenadores.

Uno de los entrenadores de uno de los deportistas asesinados, quien prefirió omitir su nombre por seguridad, relató que los homicidios son pérdidas grandes, no solo para las familias, sino que para el deporte salvadoreño, porque se trunca la oportunidad de ganar muchas medallas de oro que estaban por venir.

“Son golpes directos a la familias y dejan un vacío enorme en los corazones, pero también se pierde aquella inversión de dinero , tiempo y estudio. Un deportista no se hace de la noche a la mañana, es un trabajo de años. El Gobierno debe hacer algo, de lo contrario, el pueblo tomará la justicia por sus manos y eso será tremendo”, concluyó el entrenador.