Escuela Distrito Italia sin dinero para talleres

El centro escolar de Tonacatepeque necesita materiales para las actividades artísticas

descripción de la imagen
A pesar de las limitaciones que tiene el centro, los niños son motivados a aprender a tocar violín o a participar en otras disciplinas del arte desde que están en los primeros grados.

Por

2014-09-20 7:00:00

Recaudar fondos que le permitan a la escuela comprar el material necesario para seguir impartiendo talleres de violín, pintura y teatro, es lo que pretenden los alumnos del Centro Escolar Distrito Italia, quienes se preparan para participar en dos eventos organizados por la Assistenza Italiana.

Este centro, que hoy forma parte de uno de los sistemas integrados de Escuelas Inclusivas de Tiempo Pleno impulsados por el Ministerio de Educación, es uno de los que aún no ha recibido el presupuesto de funcionamiento de parte del gobierno. Este centro educativo está ubicado en una zona de alto índice de violencia.

La primera actividad de los alumnos es el 25 de septiembre a las 7:30 p.m. en el local de la Assistenza Italiana, cuando se inaugure la exposición “Una Luz en la sombra”. En esta, cuatro obras de estudiantes del taller de pintura estarán junto a las piezas de nueve pintores; entre ellos Roberto Caneses, Ricardo Cea, Ignacio Sánchez y Haydée Jiménez.

“La exposición estará abierta hasta el 30 de septiembre y todo lo que se recaude de la venta será para las áreas de formación pedagógica”, afirmó Edwin Mauricio Pérez Juárez, director de la institución. Además de violín, pintura y teatro, en la escuela también se ha impulsado un taller de escultura, un huerto casero y un taller de panadería, el cual dejó de funcionar este año por falta de dinero.

La segunda actividad para recaudar fondos es un concierto en el cual los estudiantes del taller de violín tendrán la oportunidad de alternar con los músicos de la Orquesta Joven de El Salvador. El evento está programado para el 29 de septiembre, a las 7:00 p.m. en el Museo de Arte de El Salvador (Marte). El valor de la entrada es de cinco dólares.

Pérez expresó su gratitud hacia los representantes de la Assistenza Italiana, pues cualquier ayuda que reciban es oportunidad justo cuando la institución no tiene dinero ni siquiera para comprar la pintura especial y el vestuario que necesitan los niños que actuarán como estatuas vivientes durante los eventos.

Pese a las limitaciones los profesores hacen su mejor esfuerzo para atender a los 1,446 alumnos en dos turnos. La mayoría de ellos se rota para participar en los espacios de formación artística y vocacionales mencionados.

El promedio general del rendimiento académico del centro de enseñanza es de 7.5 por ciento y, aunque es aceptable, el director sostiene que las condiciones no les permiten despegar para que los estudiantes realmente tengan una educación de calidad.

Gracias a gestiones hechas por el director, el centro cuenta con una piscina en la cual el maestro de educación física enseña a los niños de todas las secciones a nadar y se ha identificado que hay varios con potencial. El detalle está en que en este momento pasan apuros para costear el mantenimiento de la piscina.

Dada la situación de la escuela, el apoyo de la Assistenza Italiana ha caído como anillo al dedo; no solo porque tendrán un ingreso de dinero, sino porque también dará a conocer el esfuerzo que los maestros y los niños hacen por salir adelante.

El profesor de música, Ludwin Francisco Melgar Hernández, explicó que siempre practican porque tratan de estar listos para cualquier evento. Según comentó, en esta oportunidad participará un promedio de 15 estudiantes y tendrán el apoyo de algunos que ya egresaron.

Tienen programado interpretar música folclórica salvadoreña, como El Torito Pinto, El Carbonero, Los Emplumados de Cacaopera y temas de película.

Los niños trabajan un estimado de dos horas diarias de forma individual, pero también tienen ensayos generales, comentó el docente tras señalar que los escolares asumen sus clases y los compromisos con bastante responsabilidad y entusiasmo.

“Hay muchachos que tienen gran potencial. Cuando salen de acá se desempeñan de manera extraordinaria en las orquestas juveniles”, agregó Melgar Hernández.

Franklin Edenilson Villalobos Fuentes, un estudiante de 14 años que ingresó al taller de violines cuando estaba en segundo grado, explica que esta experiencia los hace responsables y les permite adquirir disciplina para estudiar. Para Franklin la experiencia de tocar el violín es muy especial.

“Lo que se siente al interpretar una pieza es armonía con el instrumento”, afirma.