La tragedia que ahogó los sueños de seis jóvenes santiagueños

Los estudiantes cursaban séptimo y octavo grado en la escuela de Santiago de María

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Los restos de los cuatro estudiantes y el miembro de Protección Civil, serán sepultados a las 10:00 de la mañana de hoy.

Por Lucinda Quintanilla sucesos@elsalvador.com

2014-09-20 7:00:00

Un cielo nublado y un silencio sepulcral reinaban en Santiago de María, Usulután, el sábado por la mañana, situación que daba cuenta de la tragedia que había abrazado a seis oriundos de esa localidad.

Rigoberto Benítez, de 28 años, delegado de Protección Civil, en Santiago de María, Herbert Bolaños, de 26 años, socorrista de Cruz Roja desde hacía 12 años; y los estudiantes de secundaria: Ernesto Javier Ramos, Remberto Leonel Laínez, Carolina Azucena y su hermana Brenda Arely, ambas de apellido Flores, fueron las víctimas que el pueblo lloró.

Todos perecieron ahogados la mañana del viernes en la poza El Salto del Brujo, en ciudad El Triunfo.

Alberto Flores, presidente de la junta local de Cruz Roja de Santiago de María, vio impotente como perecieron los estudiantes, su amigo y compañero socorrista y el miembro de Protección Civil, que también era voluntario de Cruz Roja.

“Clausurábamos un curso de primeros auxilios de tres días que habíamos desarrollado con 30 estudiantes de seis escuelas de Santiago de María”, dijo.

Los estudiantes salieron con el permiso de los directores y de los padres de familia a una caminata que obligatoriamente los haría pasar a las orillas de la poza donde perecieron.

Estando en el lugar, los grupos de siete estudiantes de cada escuela, se tomaban fotos como parte de las evidencias de trabajo.

“Estábamos sacando el último grupo que era integrado por los siete alumnos de la escuela de Santiago de María y un remolino los hizo retroceder, y en cuestión de segundos estaban con el agua hasta el cuello”, declaró Flores.

Benítez se introdujo de inmediato a tratar de sacar a los alumnos, luego Bolaños, pero los estudiantes estaban casi en el centro de la cascada, y la fuerza del agua los hundió.

“Rigoberto gritó dos veces que lo ayudáramos, trató de sacar a las niñas, pero la fuerza del agua lo venció y no pudimos hacer nada”, dijo entre lagrimas Flores.

Ernesto Ramos, Remberto Laínez, al igual que una de las hermanas Flores, cursaban séptimo grado, mientras que la otra hermana también de apellido Flores, iba a octavo.

“Es una desgracia que nos deja como reflexión tener más cuidado en este tipo de actividades, porque el permiso era para una caminata, no para que se quedaran en el río, pero la verdad es que fue un accidente, porque la idea era tomarse fotos con el agua abajo de las rodillas, pero se hundieron”, lamentó Nelson Solís, el director de la escuela Santiago de María.

Los familiares de Benítez, externaron que él tenía cinco años en Protección Civil, apenas 10 meses de haberse casado y deja a su esposa con siete meses de embarazo.

“Estaba feliz porque tendría su primer hijo, pero la vida no le alcanzó para conocerlo”, dijo María de Benítez, su esposa.

Mientras que Bolaños con 26 años, ya había terminado su carrera y en noviembre se graduaría como licenciado en Computación.