Alfonso (nombre ficticio ) es un adolescente de 14 años de edad, originario de Ahuachapán, quien permaneció desaparecido de su familia, durante más de tres semanas y fue localizado gracias al programa Ángel Desaparecido de la Fiscalía.
El muchacho no residía con sus padres sino con una tía, pues su madre murió al ser atropellada por un automóvil y su padre fue asesinado.
En esas circunstancias, el joven quedó huérfano de padre y madre cuando a penas tenía ocho años de edad. Quedó bajo el cuido de su tía.
El 14 de agosto mientras su tía se encontraba trabajando, el menor salió hacia San Salvador, sin el permiso de su tía.
Ese día por la tarde, cuando regresó a casa, la tía no se encuentra al muchacho y comienza a preguntar por él en la vecindad.
Algunos vecinos dijeron que lo habían visto con un sujeto que le apodaban el Payaso y que él se lo había llevado.
Según los lugareños, el sujeto acostumbraba a subirse a los autobuses a realizar sus presentaciones.
Tres días después el Payaso regresa a la vecindad pero sin Alfonso y al preguntarle por el niño, contestaba que no sabía nada del muchacho.
Ante las respuestas, poco alentadoras del Payaso, la tía fue a la Fiscalía a denunciar el caso en el programa Ángel Desaparecido y en la Policía.
“Se generó la alerta y el Payaso reacción, se comunicó con la tía y dijo donde estaba el niño”, afirmó la jefe de la unidad del Niño y la Mujer de la Fiscalía en Ahuachapán, Alicia Padilla.
El Payaso dijo que Alfonso se hallaba en un circo, que exhibía funciones en el Congo, con motivo a las fiestas patronales del municipio.
Su tía se dirigió al lugar indicado por el Payaso y encontró al muchacho.
Alfonso fue localizado tres semanas después, ese tiempo se la había pasado trabajando y por sus servicios, los propietarios del circo le habían pagado 35 dólares de 40 que le habían prometido por mes.
El niño relató que en el circo lo trataron bien, pues le facilitaban alimentos y una cama donde dormir.
Dada ese acogimiento Alfonso ya se había establecido con los dueños del circo.
Según la Fiscalía, el muchacho no solo se había desaparecido, sino que también estaba siendo involucrado con una de las pandillas de la zona.
Además lo habían inducido a consumir droga, por lo que luego de ser rescatado fue sometido a un tratamiento psicológico y de rehabilitación contra las drogas.
“Nuestro deseo es intentar rescarlo para que no ingrese a las maras, porque ya tenía esas líneas, además adicción”, afirmó Padilla.
Investigaciones de la Fiscalía han determinado que el niño fue raptado y llevado a El Congo, para protegerlo de las maras porque al parecer tenía problemas.
La fiscal dijo que la desintegración familiar por diversos motivos, está provocando que niños y adolescentes salgan de sus hogares y crean estas alertas.
El llamado es a los padres o los encargados de los niños para evitar que estos casos sigan causando dolor y aflicción a los salvadoreños.
Recomiendan no confiar sus hijos a particulares porque corren un alto riesgo.