SANTA ANA. La celebración del cumpleaños número 89 de doña Graciela Sagastume, que era ayer, tendrá que esperar, debido a que la vivienda donde reside, fue una de las 10 afectadas por las lluvias del pasado miércoles por la tarde.
Su hijo, Pedro Sagastume, explicó que las pérdidas que sufrieron ascienden a entre cinco y seis mil dólares.
Todos los electrodomésticos como refrigeradora, televisor, cocina, lavadora, muebles de sala, camas, artículos personales, entre otros, fueron arrastrados por la fuerza del agua que ingresó al colapsar el muro trasero de la vivienda, que no soportó la presión del agua que venía corriendo por toda la 4a. Avenida Sur.
Don Pedro explicó que al momento de la tormenta, él se encontraba trabajando en San Salvador; y en la vivienda había cuatro personas, entre ellas su madre, Graciela; su nieta, Ana Camila; Marisela López, familiar que se encarga de cuidar a la octogenaria; y la empleada que cuida a la bebé.
Marisela aseguró que cuando el agua les llegó hasta las rodillas envió a la empleada junto a la bebé a la segunda planta de la casa.
“Después, no sé de dónde saqué fuerzas y me metí al agua que ya había subido como un metro para poder rescatar a la niña Chela”, aseguró.
Como pudo, la sostuvo y la llevó hasta las gradas que conducen a la segunda planta, a la espera de que el agua bajara el nivel.
Los afectados lamentaron que ninguna institución gubernamental se acercara a ofrecer su apoyo.
Es más, ellos mismos tuvieron que ir hasta el puesto de la Policía Comunitaria, que está a media cuadra de la vivienda, para pedir seguridad debido a que el portón se arruinó y la vivienda estaba vulnerable.
Asimismo, dijeron que llamaron a Protección Civil, pero tampoco recibieron respuesta.
Hasta ayer, al mediodía, ninguna entidad se había llegado.
“Yo pediría que nos manden una cuadrilla de la alcaldía o del Ministerio de Obras Públicas (MOP) para que vengan a darle salida, a drenar esa agua que se acumula ahí (al final de la 4a. Avenida Sur)”, manifestó el santaneco afectado.
Más problemas
Otros daños registrados por las autoridades fueron en 20 vehículos que resultaron arrastrados por las correntadas en diferentes puntos de la ciudad.
En cuatro de esos autos hubo ocho personas atrapadas. También colapsó un muro del río El Sauce y el de las piscinas municipales de Apanteos.
El alcalde de la ciudad, Alfredo Peñate, se defendió de las críticas hechas por el desastre del miércoles y aseguró que “ningún sistema del mundo hubiera dado abasto por la cantidad de agua que cayó en menos de una hora”.
Además, hizo un llamado al Gobierno Central para que les ayude en la ejecución de un proyecto que resuelva la situación de las inundaciones.
Aseguró que el problema que enfrentan como alcaldía es económico, en referencia a que no cuentan con la capacidad financiera para hacer la inversión de $25 millones que necesitan para ejecutar un proyecto.
Entre las propuestas que tienen está desviar las aguas que bajan del volcán de Santa Ana para que no entren al centro de la ciudad, que es donde principalmente se presentó el problema de inundación el miércoles anterior.
“Ahí tenemos los estudios, ya sabemos qué hacer. Lo que pasa es que es un problema de recursos, no de voluntades, no de falta de estudios y de conocimiento del problema. Para nadie es secreto que tenemos problemas en el país de recursos y las municipalidades mucho más”, expresó el edil.
Por su parte, el gobernador político departamental, Gilberto Delgado, manifestó que tras la evaluación de los daños, determinarán el tipo de ayuda que les darán a los afectados.
Ayer, tras las lluvias, el alcalde aseguró que envió a limpiar las calles y las alcantarillas; y dio la orden al Cuerpo de Agentes Municipales (CAM) para que aplique la ordenanza que regula el servicio de aseo, barrido de calles, recolección y disposición final de la basura en el municipio.
Con ello, las personas que infrinjan dicha disposición podrían hacerse acreedores de una sanción económica de $57.14.
“Está bien que apliquen la ley, pero que lo hagan parejo; porque a los primeros que tienen que multar es a los vendedores informales que dejan toda la basura en las aceras”, lamentó la santaneca Santos Guerra.