Minutas de loroco y aguacate, tradición con más de 50 años

La receta es un secreto de familia que Hilda Martínez guarda como un tesoro

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Doña Hilda Martínez, de 67 años, es quien elabora las famosas minutas de loroco y aguacate. Ayer, durante el festival, la venta fue espectacular. Foto EDH / Iris Lima

Por Iris Lima comunidades@eldiariodehoy.com

2014-08-31 8:00:00

Visitar San Lorenzo, en Ahuachapán, y no haber probado una minuta de loroco o de aguacate es como que llueva sin agua. Así lo describen los foráneos que han tenido el gusto de deleitarse con las minutas artesanales que prepara Hilda Martínez, de 67 años.

La sexagenaria asegura que la fórmula no es nueva. De hecho, tiene ya más de 50 años, cuando su madre (QDDG) inventó la receta.

“Ella se inventó la de aguacate y yo innové con la de loroco”, explica y agrega que ella comenzó a incursionar en el negocio hace 15 años, cuando su madre empezó a presentar síntomas de cansancio por su avanzada edad.

Hoy en día, la elaboración de minutas está a cargo de doña Hilda, a quien aún se le quebranta la voz al recordar que desde el 12 de enero de 2014 se quedó completamente sola en su vivienda, ubicada a escasas dos cuadras de la alcaldía municipal.

“Mi esposo murió de cáncer el 20 de enero de 2013; y casi al año, falleció mi madre. Ambos eran mis soportes”, manifiesta.

Los tres hijos de doña Hilda ya están grandes; y fueron ellos quienes la impulsaron a retomar el negocio de las minutas ante la ausencia de sus pilares: su madre y su esposo.

“Yo no quería hacer nada luego de la muerte de mi mamá y de mi esposo, pero esto (las elaboración de minutas) me ha ayudado muchísimo para estar ocupada”, dice.

Aunque al preguntarle sobre el proceso de las minutas, sólo sonríe y dice que prefiere no hablar sobre el “secreto” en la elaboración de las mismas; y aunque tiene a una persona que le ayuda, “ni siquiera ella conoce todo el proceso”, afirma.

La novedad

Parte del éxito que las minutas han tenido en los últimos tres años entre lugareños y visitantes es la promoción que la alcaldía de la localidad le ha hecho, a través de los festivales gastronómicos, reconoce la mujer originaria de San Lorenzo.

“La verdad es que la publicidad ayuda mucho. Esto del turismo promovido por la alcaldía me ha ayudado mucho a mí”, dice la sexagenaria.

De hecho, en marzo pasado participó en el III Festival del Jocote; y para el Segundo Festival del Loroco, que se realizó ayer, ya se encuentra lista para vender su ingenioso invento culinario.

Aunque también explica que además del postre helado también llevó a la venta gastronómica de ayer sus famosos “Buñuelos de loroco”, los cuales iban bañados en un jarabe dulce.