Minera y vecinos discrepan por los efectos a futuro por operar mina

ONG y firma minera defienden sus posiciones frente al proyecto

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Web de Oceana Gold en la que dice dialoga con comunidades.

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2014-09-15 9:00:00

El cambio de dueño de Pacific Rim (hoy de la firma australiana Oceana Gold), desde finales de 2013, ha tenido un giro en la relación con las comunidades de Cabañas, donde se ubica la mina El Dorado, a decir de pobladores de San Isidro y otras de Cabañas, Oceana Gold ha ha robustecido su plan de acción, principalmente en la búsqueda de adeptos.

Organizaciones no gubernamentales y grupos ambientalistas, que han cabildeado desde la década pasada para cerrar la puerta a este proyecto, argumentan que de darse esa concesión, habría una contaminación ambiental irreversible en los mantos acuíferos de la zona, con lo que los pobladores pagarían un alto precio versus el usufructo de una empresa transnacional.

Pero activistas de esas comunidades han denunciado que Oceana Gold ha intensificado una campaña de colecta de firmas en apoyo al proyecto minero, la cual sospechan está orientada a demostrar al CIADI que la explotación de la mina cuenta con el apoyo de los pobladores.

“La estrategia que están implementando consiste en que un equipo gerencial contrata promotores de las comunidades, hacen reuniones con la población, entregan propaganda referida a los supuestos beneficios que traerá el proyecto. Están haciendo publicidad a la empresa Ocean Gold y una fundación que han creado para hacer su trabajo de ablandamiento de la gente; además, dan un refrigerio a los asistentes y le sacan la firma”, dice uno de los denunciantes.

También han habido roces entre activistas de la zona que avalan la extracción de los metales encontrados por PAcific Rim y otros que se oponen por la contaminación que se produciría.

En su sitio web, Oceana Gold explica que en 23 años han demostrado experiencia y compromiso de sostenibilidad social y protección del medio ambiente, a la vez, confirma que está trabajando en las comunidades y los numerosos grupos de interés en El Salvador para establecer una hoja de ruta con la que se pueda desbloquear los conflictos y abrir una oportunidad para las inversiones en esa región.

“El Proyecto El Dorado tiene el potencial de ser un motor económico para El Salvador, al igual que como se desarrolló la mina “Didipio”, proyecto de clase mundial desarrollado en la región norte de Luzón en las Filipinas. Oceana Gold está firmemente comprometida con la defensa de los más altos estándares de la salud, la seguridad, el medio ambiente y las normas de la comunidad, ya que se basa en el fuerte apoyo de la comunidad local que existe en la actualidad para el Proyecto El Dorado”, se lee en ese sitio.