Miembros del Sindicato de Médicos del hospital Rosales se presentaron ayer por la mañana, de forma voluntaria, en la Fiscalía General de la República (FGR), de Antiguo Cuscatlán, para demostrar que no tienen intención de evadirse en caso de que se requieran sus testimonios, en el marco de la demanda que el director de dicho centro, Mauricio Ventura, levantó contra ellos la semana anterior.
Acompañados de representantes del Colegio Médico y de su asesor legal, Miguel Ángel Flores Durel, los galenos también pidieron a la FGR, a través de un escrito, conocer el contenido de la denuncia puesta por Ventura, y será a partir de ello que definirán una estrategia legal que seguirán para contrarrestar el proceso jurídico.
El doctor Alcides Gómez, representante del sindicato, afirmó que la decisión de presentarse se tomó luego que el fin de semana sujetos vestidos de civil llegaran a las vivienda de varios miembros de esa organización para identificarlos. Además, denunció que él recibió llamadas amenazadoras.
Este matutino buscó conocer la posición del representante del hospital sobre la acción de los médicos, que ayer cumplieron ocho días en reducción de labores en aras de lograr que sea destituido, pero se nos dijo que estaba en una reunión fuera de la institución y no sabían a qué hora retornaría a su oficina.
Así es como ayer en las áreas de consulta se repitieron los rostros tristes de los pacientes que perdieron sus citas.
Los galenos, quienes insisten en que Ventura no ha hecho una buena gestión para resolver los problemas de déficit de insumos y medicamentos, también se habrían presentado en la Procuraduría General de la República para denunciar que han sido objeto de persecución.
Además reiteraron que la protesta no es porque están en desacuerdo con el sistema de marcación como el director ha señalado.