El firmante de los Acuerdos de Paz y observador político Salvador Samayoa considera que es comprensible que el Gobierno de Salvador Sánchez Cerén no haya avanzado en el cumplimiento de sus promesas porque apenas van 100 días de gestión, pero sí cuestionó que esta administración no tenga un plan de gobierno.
Para Samayoa, el Gobierno sigue los pasos del anterior, que presentó su plan quinquenal un año después de haber arrancado la gestión.
“Entran al gobierno otra vez y no tienen un plan de gobierno”, espetó Samayoa sobre el hecho de que el Gobierno haya anunciado que tendrá el plan hasta el próximo año.
“Señores, si ustedes le están diciendo al pueblo que los elija porque saben lo que hay que hacer para resolver los problemas del país, lo menos es que tengan un plan desde el primer día de gobierno, y no tienen”, dijo a TCS ayer.
Un punto en el que hizo hincapié es que el Gobierno debe tener una idea clara de lo que quiere hacer en materia de seguridad, particularmente en prevención, pero que no está convencido de que crear una comisión nacional de seguridad sea “la idea orgánica más eficaz” de la que salgan planteamientos necesarios al respecto, aunque sí sirva para incluir a distintos sectores en el abordaje de la problemática.
Samayoa, quien dijo le sugirió al presidente Sánchez Cerén antes de la toma de posesión un método diferente, ayer planteó que si el Gobierno tiene claro qué quiere hacer en prevención y qué a nivel institucional, debe consultarlo con gente que sabe de eso, no haciendo foros en los que unos saben y otros no.
A manera de propuesta, Samayoa considera que dos son los ejes de la prevención a los que se deben apostar: la calidad de la escuela pública y la transformación de los barrios.
Eso implica tener en detalle qué proyectos pretenden, como crear bibliotecas, instalaciones deportivas, entre otras iniciativas, y sus costos, dijo.
En ese contexto, cuestionó que se esté hablando de un fideicomiso para la creación de la comisión de seguridad y no se explique de dónde saldrán los fondos. Si creará un nuevo impuesto, algo que ve muy complicado cuando se acaba de aprobar una reforma fiscal.
Diálogo perseverante
Samayoa también habló del diálogo por ahora suspendido entre el Gobierno y sectores sociales como el empresarial, tras la cuestionada aprobación de los nuevos impuestos.
Si bien dijo hay que comprender desde el punto de vista político que el Gobierno estaba urgido de fondos para sostener los programas sociales, entre otras obligaciones, también hay que entender a la oposición política cuando le condiciona su apoyo con pactos en austeridad, déficit fiscal, endeudamiento, etc.
“El Gobierno no hizo nada de eso, no hizo ni un solo compromiso de ese nivel, entonces tampoco puede pretender que el liderazgo le aplauda cuando toma esas decisiones”, planteó Samayoa al referirse a la forma en que fue aprobada la reforma fiscal.
Pero también planteó a la empresa privada perseverancia para dialogar, por lo que llamó a los dos a “aprender a dialogar”. Instó al Gobierno a demostrar que está abierto a modificar sus posiciones porque de lo contrario solo llegará a “leer la cartilla”.
A los dirigentes empresariales y de otros sectores instó a tener perseverancia y a cambiar los objetivos políticos partidarios con “una cierta dosis de responsabilidad”.
Puso de ejemplo los dos años el diálogo que sostuvieron guerrilla y Gobierno durante la guerra, en el que dijo hablaron civilizadamente, con perseverancia y con un propósito de resolver el mayor problema que había en el país en ese momento, a pesar de que había muertos de por medio.
“A veces les falla la voluntad, pero en la mayor parte les falla el problema del método, falla a todos”, apuntó.
En estas relaciones entre Gobierno y empresa privada, Samayoa también apuntó que hay “mucha mentira, mucha falsedad” cuando los funcionarios de Gobierno hacen ciertas afirmaciones. “No se puede estafar a la gente diciendo que la pobreza del país no se supera porque los ricos no pagan impuestos. Por el amor de Dios, hay que ser serios… la gran empresa paga cientos de millones en impuestos”, dijo.
También señaló que los gobiernos del FMLN han tenido bastante recaudación y piden más impuestos. Ahora, agregó, les corresponde la responsabilidad de la eficacia en la ejecución de esos impuestos.
Respecto a la eficacia fue muy crítico y lanzó algunos ejemplos puntuales.
“Tiraron $108 millones que allí están enmontados, tirados en El Chaparral y nadie da cuenta de eso. ¿Y entonces, para qué nos piden más dinero, para botar en cosas como El Chaparral? Allí están $70 millones del BCIE para construir el penal de Izalco, tirados. Han tenido la plataforma del puerto La Unión 5 años”, dijo.