Granja de cerdos provoca fuerte pestilencia en Polorós

La situación se intensificó en los últimos dos años, indican afectados

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Los estudiantes no pueden usar las aulas más cercanas a la granja porque los olores son insoportables. fotos edh / insy mendoza

Por Insy Mendoza comunidades@eldiariodehoy.com

2014-09-01 7:00:00

LA UNIÓN. Los 700 estudiantes del Complejo Educativo de Polorós y los pobladores del casco urbano se quejan de la contaminación y malos olores que emanan de una porqueriza ubicada en las cercanías de la escuela.

Se trata de un corral de crianza de cerdos y los malos olores se perciben con mayor intensidad a partir de horas del mediodía, dijeron los afectados.

El problema ya fue reportado a las autoridades de salud de la localidad. La doctora Fátima Reyes, directora del centro educativo, aseguró que la granja de cerdos tiene varios años de funcionar , a pesar de que según el Código de Salud no debe haber porquerizas ni crianza de aves de corral en zonas pobladas y menos en el centro de la ciudad.

“Siempre ha estado pero nunca se habían sentido esos malos olores tan fuertes. Ya fue el inspector de Saneamiento y se les dio un mes para que mejoren el lugar, que lo tengan limpio o en todo caso lo indicado será pedirle a la Fiscalía o Juzgado que lo clausure”, dijo la doctora.

Fue hace dos meses que se incrementó el problema, agregó Reyes, por lo que dicen el tema será abordado de forma interinstitucional en coordinación con la alcaldía, para verificar si esta les ha dado algún permiso.

La galena argumentó que el Código de Salud prohíbe este tipo de granjas, pero necesitan descartar todas las posibilidades legales para que la porqueriza sea cerrada.

Un equipo de El Diario de Hoy tuvo acceso a la porqueriza y, en ese momento, el local lucía libre de excrementos, pero el mal olor producido por los cerdos era inevitable.

Ronal Mejía, encargado de cuidar y darle mantenimiento a la granja, indicó que había 87 cerdos que posteriormente son vendidos por los propietarios.

Confirmó que tuvieron la visita de un empleado de Salud, que llegó solo a la parte de externa de la granja, y que en ningún momento pidió que le dejaran ingresar a hacer las inspecciones al local.

“Solo vino al lugar a hacer unas preguntas e hizo unas fotos pero en ningún momento pidió que lo dejáramos ingresar como lo ha dicho en un documento que tienen las autoridades de Salud,” dijo.

El trabajador justificó que los malos olores los percibe la población sólo cuando hay vientos o llueve, pero de lo contrario el lugar se mantiene limpio y libre de contaminación.

José Machado, subdirector de la escuela cercana, acotó que “los más afectados son las aulas ubicadas más cercanas a la porqueriza, hay días en que no se pueden dar las clases y los maestros tienen que salirse con los alumnos al patio, eso afecta el aprendizaje”.

El alcalde de la localidad, Amerto Romero, confirmó la queja de los habitantes y aseguró que la alcaldía no les ha dado permiso para que funcione la granja.

“Tienen más de 25 años de existir, pero creo que a lo mejor se han descuidado y por eso se ha sentido esos malos olores; pero ya se empezaron a tomar las medidas. (Por ello) les hemos pedido a los dueños que lo cierren”.

El jefe edilicio declaró que ellos, como comuna, no tenían reglamento para sancionar a los propietarios, pero que ya mandaron una notificación para el cierre.