Diálogo sin fruto, poca austeridad marcan la gestión de Sánchez C.

Analistas y políticos hacen lectura de los primeros cien días de la presidencia de Sánchez Cerén. Creen que diálogo con sectores debe rendir resultados, que hay voluntad de austeridad y transparencia, pero falta ampliarla. Coinciden en que carácter de Presidente es signo positivo

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Diálogo sin fruto, poca austeridad marcan la gestión de Sánchez C.

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2014-09-05 10:00:00

Diálogo sí, pero alterado por la aprobación de iniciativas desde el Ejecutivo en madrugones legislativos, un estilo de gestión no confrontativo, pero con escasos signos de transparencia y austeridad, dos de sus principales ofertas de campaña, marcan los primeros cien días del gobierno de Salvador Sánchez Cerén, según altos exfuncionarios y representantes de organizaciones sociales que velan por la transparencia y la eficiencia en la administración pública.

El pasado 1 de junio, el presidente presentó a la nación uno de los principales pilares sobre los que construiría su gobierno: diálogo y consenso con todos los sectores.

Bajo el lema “Unidos crecemos todos”, el presidente llamó a la unidad el día que asumió el gobierno, el 1 de junio. “Es tiempo de dialogar y concertar por el bien de todos”, anunció en su discurso.

Ocho días después, abrió una mesa de diálogo que prometía ser permanente e incluyente. La primera fue con representantes del sector empresarial representado en la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), luego convocó a los partidos políticos con quienes discutió sobre seguridad, crecimiento económico y reforma fiscal.

Sostuvo tres reuniones con la ANEP y tres con los partidos. Pero estas no se han reanudado luego que lograra la aprobación relámpago de la reforma fiscal el 31 de julio, acto que coincidiera con la elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, del Tribunal Supremo Electoral y de la Corte de Cuentas.

El puente que se había tendido se ha erosionado. Empresarios y partidos han cuestionado la decisión y consideran que debió ser más discutida.

El martes pasado, Sánchez comparó a la ANEP con los burros que se tapan las orejas y se empecinan, dijo, en seguir un “camino de desesperanza”.

Para Roberto Rubio, el director ejecutivo de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde) la forma en que fue aprobada la reforma, más que el contenido mismo, “torpedea” y afectó la confianza necesaria para empezar un proceso de dialogo efectivo.

“Creo que la reforma sí tuvo un costo político que afectó la confianza y ahora retomar diálogo otra vez sobre la base de la confianza va a costar nuevamente”, apunta Rubio.

Para el expresidente de la República, Armando Calderón Sol, esa reforma ha hecho daño a ese puente, pues ha metido a “matacaballo” una medida que pone en problemas a toda la sociedad.

“Pudo haber habido más discusión, haber oído, ver las consecuencias, posponerla”, dice, y sugiere a Sánchez busque una figura que pueda dialogar con todos los sectores.

Para el diputado del PDC, Rodolfo Parker, si bien respaldan el diálogo, esperan que “las ejecutorías de su mandato” sean “consecuentes con su discurso” y que bajo ninguna circunstancia se ponga en peligro la democracia. Para el caso menciona, que el aparato político partidario del presidente atenta el ejercicio de la libre expresión.

En eso coincide en parte el abogado y miembro del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional, José Luis Lovo Castelar, quien cree que no basta solo con declaraciones de intenciones, sino hay que ser consecuente en la práctica con los acuerdos definidos, y Sánchez tiene el reto de buscar gobernabilidad.

Dagoberto Gutiérrez, exdirigente del FMLN, no ve diálogo, sino un conflicto por las empresas Alba, entre un gobierno que no considera de izquierda sino una “burguesía ascendente” y el empresariado privado.

Por ese hecho, Gutiérrez dice que no ve ninguna diferencia con ARENA en su forma de gobernar y lo ejemplifica en los llamados madrugones legislativos, siguiendo la misma mecánica para aprobar más impuestos, sabedores de que la empresa privada no les dará ni un centavo cuando necesita urgentemente dinero.

Austeridad

Sánchez también prometió un gobierno austero y transparente. Pero más allá de su propia decisión de vivir en su casa particular y reducir la caravana de seguridad, las personas consultadas no ven más medidas hasta el momento.

Parker dice que no se ha visto “una acción presidencial que vaya acompañada de recursos desproporcionados”, pero tampoco ve “medidas concretas de austeridad” o que los funcionarios que reciben “un salario digno”, dejen de usar vehículos pagados por los ciudadanos.

En este tema, Lovo Castelar destaca como un buen mensaje que se redujera casi en un 50 % el costo inicial del traspaso de mando, pero cree necesario reducir costos en el uso de vehículos, de viajes, de gastos corrientes y salarios “porque no se puede seguir en un sendero de crisis”.

Para Dagoberto Gutiérrez, en este tema de austeridad, dijo que eso “es discurso, no tan elegante” y que “la gente debe aprender a distinguir las cosas políticas decisivas y los adornos”, además de fijarse en lo que hace un gobierno y mucho más en lo que no hace.

Para el doctor Méndez, el gobierno ha tenido que revelar información a “regañadientes” por la presión de organizaciones como Funde.

Precisamente desde Funde, Rubio cree que la decisión de Sánchez Cerén de vivir en su residencia particular ha sido un signo positivo pero se espera que eso “baje al resto del Ejecutivo”. Y apunta que hay que esperar el proyecto de presupuesto 2015 para ver qué medidas se adoptarán.

Sobre la transparencia, Rubio habla de “señales dobles”, por un lado destaca que hay funcionarios e instituciones como la Cel y MOP que quieren “transparentarse”, pero por el otro dice se “continúa con esa política de no revelar los gastos en publicidad y otros de la Presidencia.

También cuestiona la falta de transparencia en el tema Petrocaribe, la cual se formalizó el 2 de junio. Dice que falta aclarar cuál va a ser la forma de importación y distribución de ese petróleo, de “cómo se va a manejar el negocio del petróleo con Venezuela”.

Diferencia de carácter

Si hay un punto a favor de Sánchez Cerén en el que coinciden casi todos los entrevistados es su carácter sencillo y tranquilo, el cual contraponen al confrontativo del exmandatario Mauricio Funes.

Méndez habla del “estilo un poco más tranquilo y más accesible” de Sánchez Cerén que difiere mucho de la forma confrontativa de Funes.

En el mismo sentido, Calderón Sol dice que con Sánchez se puede conversar, algo muy diferente a Funes, a quien define como un hombre irascible, radicalizado, enervado y quien solo podía insultar.

Rubio también contrapone el estilo humilde del presidente con el “berrinchudo y prepotente” de Funes.

Para Parker, la diferencia de personalidades es evidente entre ambos, pero lamenta que decisiones de Sánchez Cerén como la reforma fiscal empañe “cualquier medida positiva” encaminada a “modificar lo que había sido el ambiente político de la administración anterior”.

En este tema Gutiérrez apunta otro aspecto en el estilo de gobierno de Sánchez: no está claro si es el presidente o su partido el que gobierna, específicamente en lo relativo a las relaciones exteriores.