Señalan a militares de matar a un menor

La víctima era hijo de un agente de la PNC, quien negó que el menor estuviera vinculado a pandillas

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El cuerpo de José fue retirado ayer. Ambos padres acordaron velarlo una noche cada uno, en sus casas. Foto EDH /

Por Jorge Beltrán Luna Diana Escalante sucesos@eldiariodehoy.com

2014-09-25 8:00:00

José R. A., un adolescente de 14 años, murió la noche del miércoles anterior por disparos de arma de fuego. El padre del menor dijo ayer, a El Diario de Hoy, que los responsables de la muerte de su hijo eran unos soldados de la Brigada Especial de Seguridad Militar (BESM) que, en ese momento, patrullaban el lugar.

El hecho ocurrió en la colonia San Antonio Sur del municipio de Cuscatancingo, explicó el padre de la víctima, quien también dijo que era miembro de la Policía Nacional Civil (PNC).

La versión del padre de José, quien no vivía con su hijo desde hacía varios años, es que el jovencito, junto a otro familiar, salió de la casa al encuentro de su madre y, cuando los soldados los vieron, comenzaron a dispararles.

A consecuencia de los disparos, un menor de edad resultó herido en un primer momento; al ver eso, José echó a correr pero los militares lo persiguieron y le dispararon. Ya herido en el abdomen, José se internó en unos matorrales, donde fue encontrado muerto a los pocos minutos.

De acuerdo con versiones de otros parientes, José salió a comprar a una tienda cercana a su casa y, en cuanto los soldados lo vieron, comenzaron a dispararle.

Estos allegados dijeron que el menor estudiaba y que no se vinculaba con pandilleros.

No obstante, investigadores policiales lo vincularon con un grupo de pandillas; incluso aseguraron que su muerte había sido producto de rencillas entre esos grupos criminales.

El cuerpo del muchacho fue retirado ayer al mediodía del Instituto de Medicina Legal (IML), luego que el padre y la madre acordaran que lo velarían dos noches.

A finales de abril anterior, en el cantón Colón del municipio de Guazapa, Érick Ch., de 10 años, fue encontrado muerto en el pasaje San Lorenzo, una zona asediada por la Mara Salvatrucha.

En esa ocasión, la madre del menor también aseguró que los responsables de la muerte de su hijo eran militares.

Sin embargo, la Fuerza Armada de El Salvador se desligó de esa responsabilidad mediante un comunicado en el que señalaba que Érick tenía un perfil agresivo y delincuencial dentro de la MS, lo cual coincidía con los testimonios de varios vecinos.