Historiadores exponen evolución de la capital

El cambio y la expansión urbanística estuvo a cargo de Gustavo Herodier

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En las ponencias estuvieron personal de la alcaldía de San Salvador, estudiantes e invitados especiales. Foto EDH / Claudia castillo

Por Daniel Choto comunidades@eldiariodehoy.com

2014-08-28 7:00:00

La transición del San Salvador antiguo al moderno fue revivido ayer en la Casa de las Academias (ex casa Dueñas) por dos reconocidos historiadores salvadoreños: Gustavo Herodier y Mauricio Arrieta.

Para mostrar la evolución del centro capitalino, Herodier hizo un recorrido histórico entre 1880 y 1930, pero con algunos pincelazos tras la fundación de la ciudad en 1524, de lo cual hay más detalles en su libro “San Salvador, el esplendor de una ciudad”.

El historiador comenzó refiriéndose a cómo era la ciudad a finales de los años 1770 y principios de 1800, con algunas fotos de ilustraciones de la época en las que se aprecian las principales edificaciones como el convento y la parroquia de Santo Domingo, en el lugar donde hoy se encuentra la Catedral Metropolitana.

Se refirió a las plazas Libertad y Santo Domingo, esta última, donde hoy está la Plaza Cívica, frente a Catedral Metropolitana, como los primeros parques con que los contó la capital. En 1811 fue inaugurado el parque Centenario, en honor al Primer Grito de Independencia, recordó.

Durante el periodo 1850 hasta 1913, aproximadamente, “en el centro histórico de San Salvador estaban integrados la vivienda, las distintas plazas, el comercio, lo estatal o sea Casa Presidencial y lo religioso con la catedral. Todo convivió en medio del centro”, explicó.

En su recordatorio destacó que tras la construcción del hospital Rosales, en 1902, comenzó la expansión urbanística hacia el poniente.

“Vemos aquí el hospital Rosales, en que se aprecia cómo se empieza a expandirse San Salvador hacia el occidente”, expresó, tras mostrar una diapositiva del nosocomio. Herodier enseñó una gráfica en la que se traza la expansión geográfica urbanizada y de los habitantes del municipio.

Relató cómo en 1524 la ciudad estaba asentada en 25 manzanas de terreno y apenas tenía 3,500 habitantes; en 1811 tenía 60 manzanas y 12,100 habitantes, es decir, que ya empezaba a expandirse, especialmente, al norte y hacia Santa Tecla, comentó.

En 1861 se había extendido a 80 manzanas y 20 mil habitantes, pero en 1911, la ciudad ocupaba 150 manzanas y poseía 50 mil habitantes, y en 1930 ya tenía 225 manzanas con 89 mil personas, acotó.

Terremotos

Destacó cómo tras los terremotos de 1854 y 1873 se comenzó a construir con madera y lámina porque resistían los fenómenos telúricos.

Este tipo de estructuras fue más estimulada después de los seísmos de 1917 y de 1919 por la exención de impuesto de parte del Gobierno, tras lo que en 1920, el 80 por ciento de las construcciones de San Salvador eran en madera y lámina, refirió.

Asimismo, recordó cómo en 1860 se instalaron las primeras tuberías de hierro para el servicio de agua potable de la capital.

En 1870 llegó la compañía de carruajes y diligencias tiradas por caballos, en 1874 el tren y el tranvía, en 1892 la energía eléctrica, en 1909 el primer vehículo y en 1913 se iniciaba la pavimentación de las primeras calles.

El historiador Herodier remarcó que entre 1911 y 1913 las familias económicamente pudientes de la época comenzaron a salirse del centro histórico hacia el poniente de la capital.

Además, expuso que para 1930-1938 la ciudad ya había experimentado un fuerte crecimiento urbanístico hacia varios rumbos.

Fue en esos años que aparecieron las colonias La Rábida, La Esperanza y la Mugdan, al norte; La Harrison, Santa Anita, Lourdes, América, al Sur y la Dueñas y Flor Blanca, hacia el poniente.

Remarcó que todos estos cambios ocurrieron en plena segunda revolución industrial y en momentos en que el tradicional cultivo del añil comenzaba a ser sustituido por el café.