Los cupos son insuficientes para pacientes críticos en el Rosales

La mitad de las personas que ingresan requieren de cuidados intensivos y no pueden ser llevados a esa unidad

descripción de la imagen
Varios pacientes permanecen en la Unidad de Cuidados Intensivos Polivalente del Rosales. Foto edh / miguel villalta

Por Yamileth Cáceres Twitter:@Yamilethivon

2014-08-10 8:00:00

Una señora de 74 años con una hemorragia cerebral pasó más de una semana en la Máxima Urgencia Quirúrgica del hospital Rosales en espera de un cupo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

En ese periodo no hubo ninguna cama disponible y las que quedaron libres fueron ocupadas por otros pacientes que tenían mejor pronóstico de recuperación. Los médicos no encontraron otra opción que dejarla en una cama de la Máxima Urgencia conectada a un respirador artificial, pese a que es un área usada únicamente para estabilizar al paciente.

Desde hace algunos años, esa alternativa se ha vuelto común en el establecimiento debido a las insuficientes cupos de cuidados intensivos.

En ocasiones también mantienen al paciente en los quirófanos luego de terminar la cirugía mientras logran ubicarlo en otra área del hospital.

“He traído pacientes de quirófanos a la máxima, eso no tiene lógica en ningún país del mundo, pero si tengo una máquina disponible aquí (en la Máxima Urgencia) aunque sea de transporte y en la sala de operaciones tengo un quirófano bloqueado, que lo necesito, prefiero mil veces que esté con el ventilador aquí que bloqueando el quirófano”, comentó el jefe de la Emergencia de Cirugía, Juan Antonio Tobar.

El Rosales dispone de 14 camas de cuidados intensivos para el área de Medicina, aunque fue construida para 21 cupos en la administración anterior.

Además hay ocho camas de cuidados intensivos más para el área quirúrgica.

Y en el área de Cuidados Intermedios hay ocho cupos más.

En total hay 22 camas de cuidados intensivos en el Rosales.

Sin embargo, la demanda insatisfecha en la UCI de Medicina o Polivalente es del 50 por ciento, es decir, que solo la mitad de los que requieren ese tipo de cuidados son ingresados al área.

En la UCI Quirúrgica, en los primeros tres meses del año, la demanda insatisfecha fue del 55 por ciento, informó el jefe del área Carlos Criollo.

Las personas que no pueden ser ingresadas a la UCI son internadas en los diferentes servicios a la espera de que quede un cupo, explicaron Arnulfo Duarte, jefe de la UCI Polivalente y el jefe de la UCI Quirúrgica.

“Tomando en cuenta la violencia social y (el número de) accidentes de tránsito (que ocurren) en el país, nos vemos limitados por la cantidad de camas disponibles para responder adecuadamente a la demanda”, manifestó Criollo.

La UCI Quirúrgica está destinada para atender a los pacientes que llegan de la Máxima Urgencia de Cirugía, a la Emergencias, a los servicios de hospitalización de cirugía y los que llegan referidos de otros hospitales del país; sin embargo solo disponen de ocho camas.

En el primer trimestre del año, Criollo recibió 263 solicitudes de interconsultas, de ellos 170 eran candidatos a ingresar a cuidados intensivos, pero por la falta de camas solo 76 fueron atendidos en la sala; el 55 por ciento fue trasladado a otros salas o servicios.

En el Rosales los médicos clasifican a los pacientes críticos en prioridad 1, 2, 3 y 4. Los dos primeros deben ser internados en UCI y tienen mejor probabilidad de recuperación.

Los otros son pacientes muy graves, pero con baja probabilidad de recuperación por lo que no son candidatos a que les den un cupo en cuidados críticos.

Criollo expresó que el usuario prioridad 2 es un paciente que no está tan grave, pero se puede complicar si no ingresa a UCI; puede ser tratado en un servicio para resolver su patología, pero sino mejora el siguiente día se le busca un espacio en la UCI.

Mientras que las personas catalogadas como prioridad 3 y 4 “aquí fallecen, se quedan en un servicio de hospitalización común, muchas veces dándole respiración artificial a través de una bolsa y terminan falleciendo por la poca o nula capacidad de recuperarse”, añadió Criollo.

En la UCI Polivalente la situación es similar.

Arnulfo Duarte, jefe del área, manifestó que ellos ven a pacientes de otros hospitales, con problemas cardiovasculares, neurología, neurocirugía, tumores, problemas pulmonares, entre otros.

“Desgraciadamente tenemos que priorizar pacientes; hay pacientes que necesitan cuidados intensivos y se mandan a otro servicio, ¿qué vamos hacer?”, dijo Duarte.

El especialista expuso que estos usuarios que no pueden ser absorbidos en cuidados intensivos se complican, ellos no tienen monitor ni ventilador mecánico, sino que se les da respiración manual.

Añadió que uno de los problemas es que no han habilitado las siete camas restantes por falta de personal y, además, del Rosales solo Santa Ana y San Miguel tienen UCI de adultos. Recientemente abrieron un servicio de ese tipo en el hospital San Rafael, en Santa Tecla.

“Recibimos (personas) de Chalatenango, de Usulután, Sonsonate, de manera que los pacientes los recibimos aquí como un hospital centralizado, si hubiera UCI en otros hospitales nos descongestionaríamos”, agregó Duarte.

Criollo expresó que en la UCI Quirúrgica necesitan el doble de camas, pero si en los hospitales periféricos hubiera este tipo de servicios no les mandarían a estas personas, la atención estaría descentralizada y podrían cubrir la demanda.

“A parte de que se gasta mucho existe riesgo de trasladar a un paciente de un hospital a otro … vienen a saturar el hospital, gastan en recurso humano, el pacientes se puede complicarse y morir en el traslado”, dijo Criollo; quien además expuso que existe un déficit de siete camas de cuidados críticos para atender la necesidad de la Emergencia.

“Eso nos ha obligado a que utilicemos la Máxima Urgencia casi como un área de críticos y utilizando los ventiladores de transporte que tenemos disponible, ahí damos un manejo que no es el ideal, pero al menos nos ayuda a resolver un poco la situación”, declaró el cirujano.

Tobar, jefe de la Emergencia de Cirugía, explicó que los pacientes politraumatizados y los heridos con arma de fuego con los que demandan este tipo de tratamiento.

” Son siete paciente que deberían tener una cama en UCI y no la tienen, por lo tanto los cargamos nosotros”, acotó Tobar.

El cirujano comentó que en el Rosales han llegado a un punto crítico.

“Si tienen lleno no me lo puedan recibir y cuando logran liberar una cama es insuficiente porque todavía mantengo un nivel de saturación local que por uno que me lleven ya entraron dos más, ese es el problema”, opinó el jefe de la Emergencia.

El 21 de julio se solicitó una entrevista al Ministerio de Salud (Minsal) a través de la Unidad de Comunicaciones para abordar la situación de las capacidades de UCI en el sistema público, pero no se obtuvo respuesta.