ISSS mandará a los pacientes a realizarse la diálisis en su casa

"Al Gobierno no le importa la insuficiencia renal, estamos hablando de la primera causa de muerte hospitalaria"

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Pacientes con insuficiencia renal se preparan para realizarse la diálisis ambulatoria en un cuarto del Hospital Médico Quirúrgico del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS). Foto EDH / Archivo

Por Yamileth Cáceres nacional@eldiariodehoy.com

2014-08-16 8:30:00

La Unidad de Diálisis Peritoneal Intermitente Automatizada del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) dejará de funcionar y los pacientes que reciben la terapia serán trasladados al programa de diálisis ambulatoria.

Ese es el plan que las nuevas autoridades del Seguro Social plantearon a los médicos y usuarios recientemente para ponerlo en práctica, según confirmaron médicos y derechohabientes.

Pero no todos tomaron a bien la noticia. Un grupo de pacientes opina que es un tratamiento bastante delicado y que no todos disponen de los recursos necesarios para cumplir con los requisitos que demanda el ISSS.

La diálisis peritoneal intermitente es un procedimiento para limpiar los tóxicos a aquellos pacientes a quienes ya no les funcionan los riñones. Ellos se conectan durante 24 horas a una máquina que realiza esa función.

La Diálisis Peritoneal Continua Ambulatoria (DPCA), en cambio, es una terapia que la persona se realiza en su casa, en un ambiente estéril, de forma diaria; esto permite tener una mejor calidad de vida, pero debe hacerse en condiciones de bastante higiene.

Uno de los usuarios, que prefirió el anonimato por cautela, manifestó que en dos ocasiones les reunieron para plantearles la situación. “A todos los quieren mandar para la casa porque están en proceso de reducción de gastos”, comentó.

Él es pensionado y dijo que los pacientes tienen temor de hacerse el procedimiento en la casa porque pueden contraer una infección y fallecer.

“Están pensando en suprimir el programa y cambiar a los pacientes a diálisis peritoneal ambulatoria, dar el servicio en la casa. Aparentemente es por espacio y por costos”, expresó un doctor.

Un especialista confirmó los planes de las nuevas jefaturas de Nefrología. “La diálisis ambulatoria es mejor, en lo que no estoy de acuerdo es en lo rápido que lo quieren hacer, difícilmente salga bien”, opinó.

Otro médico, que tampoco quiso ser identificado por temor a represalias, confirmó estos planes, aunque considera que es una buena alternativa.

“A los pacientes que se están dializando en los servicios se les va a enseñar a hacerse la diálisis solo para entrar a la DPCA, pero la DPCA es mejor que la diálisis (peritoneal intermitente) da mejor calidad de vida”, manifestó.

El especialista agregó que el Hospital Médico Quirúrgico está saturado de personas con insuficiencia renal crónica que requieren terapia sustitutiva, por lo que están distribuidos en lugares en los que no deberían estar. Por ello cree que el plan de las nuevos jefes es bueno.

En el Servicio de Nefrología del MQ hay 510 pacientes en hemodiálisis, más de 627 trasplantados y 1,892 con enfermedad renal, según datos publicados por el Seguro Social en marzo de este año.

Ernesto García, director de la Fundación Vida, dijo que el problema es que están haciendo cambios y no han involucrado a los pacientes.

“Que cierren la diálisis continua es francamente una cosa de poner a los pacientes en un predicamento (dilema) porque hay gente que le tiene miedo a la (diálisis) ambulatoria, y está la gente que no tiene para hacer el cuarto ni para comprar el atril, ni ninguna de las cosas que se necesita”, comentó García.

El director de la Fundación Vida expuso que el Seguro Social no se ha preocupado en educar a los pacientes para que comprendan que el tratamiento ambulatorio es el mejor y el más fácil, tampoco en hacer un estudio socioeconómico para determinar quienes disponen de un cuarto.

Uno de los usuarios relató que ya dejaron de dar cupos a los nuevos pacientes, que la mecánica era que cuando un usuario dejaba de llegar por cualquier razón, o fallecía, esa cama era inmediatamente ocupada con otra persona. Pero ahora ya no ocurre eso.

El procedimiento, según el afiliado, es que a los nuevos los pasan de una vez a la capacitación para integrarlos al programa de diálisis ambulatoria.

De acuerdo con datos del ISSS, al mes detectan 20 nuevos casos.

La institución invierte aproximadamente $15 millones al año en tratamientos, hospitalización y consultas de pacientes renales en el país, informó la autónoma en una publicación en su página en internet.

El martes 12, por la tarde, se solicitó una entrevista sobre el tema o una respuesta a las autoridades del Seguro Social, a través de la Unidad de Comunicaciones, pero no fue otorgada; solo dijeron que ya había sido tramitada y esperaban proporcionarla el jueves 14.

Hasta marzo de este año y en todo el país, el ISSS tenía 68 equipos para diálisis. Cada año 240 nuevas personas requieren tratamiento sustitutivo, de acuerdo con la misma publicación.

Un enfermo renal manifestó que el ISSS les pide un cuarto hermético, una mesa, una silla y varios utensilios. Él, que ya inició el entrenamiento, acaba de gastar $40 dólares para comprar parte de lo que necesita.

“Están haciendo una injusticia, hay gente que ha cotizado 30 años y ahora los están tirando a la calle”, añadió el derechohabiente.

Lo que les dijeron es que el programa quedará solo para los ciegos y aquellos que no pueden valerse por sí mismos.

El domingo pasado, los pacientes que se consideran afectados planearon una reunión con la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, para exponerles la situación.

Se consultó a la entidad, a través de la Unidad de Comunicaciones, si se habían reunido o tenían una denuncia de los pacientes de Nefrología del ISSS. La respuesta fue que de momento no podían informar si existía o no una denuncia porque tenían que revisar el sistema, pero estarían pendientes.

La Fundación Vida también informó que las autoridades del ISSS han establecido nuevas disposiciones con las personas que reciben hemodiálisis en el MQ y no se les tomó en cuenta a los usuarios en esas decisiones.

“Antes, los llevaban los familiares hasta la unidad y podían esperarlos ahí, ahora ya no se va a poder hacer eso”, comentó García.

“Que un familiar no acompañe a un paciente me parece mal, iban a poner un auxiliar para llevar a los pacientes, pero ponen un auxiliar por 10 pacientes y ahí van detrás arrastrando los pies”, opinó un especialista del ISSS.

En 2012 el ISSS inauguró la ampliación del área del Hospital Médico Quirúrgico y del Oncológico donde brindan diálisis peritoneal y hemodiálisis.

El número de máquinas de hemodiálisis se incrementó de 28 a 40. Con ello se pasó de atender 326 a 479 pacientes, un aumento del 47 por ciento, según el informe de rendición de cuentas de 2013.

En el mismo detallan que en el MQ hay 71 máquinas para diálisis intermitente, ocho en Santa Ana, nueve en San Miguel y 16 en el Policlínico Arce.

Otro de los planes es la habilitación del Centro Integral de Hemodiálisis que estará ubicado en la Ciudadela Monserrat y en el que se pretende que hayan 80 máquinas para el tratamiento sustitutivo.