DEA alertó a PNC de tráfico de El Repollo

Agencia estadounidense recomendó investigar al supuesto narco

descripción de la imagen
Ulloa Sibrián seguirá detenido hasta que sea llevado a juicio por narcotráfico. Foto EDH / MIGUEL VILLALTA

Por David Marroquín sucesos@eldiariodehoy.com

2014-08-20 8:00:00

El 16 de octubre del 2007, un investigador de la Agencia Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Los Ángeles, California, Estados Unidos, llamó a la División Antinarcotráfico (DAN) de la Policía salvadoreña, para advertirles de los trasiegos de drogas que realizaba Jorge Ernesto Ulloa Sibrián, apodado el Repollo, desde 1997, entre Panamá y Guatemala.

“Le hicieron de su conocimiento que en dicha agencia, habían recibido información de una persona que aportó datos de una red de traficantes de drogas que operaba en diferentes países, donde se menciona al ahora procesado, Jorge Ernesto Ulloa Sibrián”, dijo la jueza Novena de Instrucción, Nora Montoya, durante la lectura del fallo que envía a Ulloa Sibrián y a 16 personas más a que sean enjuiciados por un Tribunal de Sentencia.

A raíz de esa alerta de la DEA, es que la División Antinarcóticos de la Policía y la Fiscalía comienzan a investigar los bienes inmuebles de Ulloa Sibrián en Apopa, San Marcos y Santa Tecla.

La jueza Montoya decidió que El Repollo y los otros 16 procesados deben ir a juicio “porque se tiene por establecido la probable participación de los imputados en los delitos que se les investiga”.

En ese sentido, Montoya dijo que era “viable que se pase a la siguiente etapa”, que vayan a juicio, debido a que existen las suficientes evidencias que los comprometen con el narcotráfico internacional.

La resolución detalla que Ulloa Sibrián y los otros 16 procesados deberán seguir detenidos en los centros penales donde se encuentran en espera de que se haga el juicio.

Entre las evidencias presentadas por la Fiscalía, destacan los resultados de las pruebas técnicas científicas que revelaron que había residuos de cocaína en, al menos, tres lanchas, unos 20 vehículos y en la gran cantidad de dólares que les decomisaron a los detenidos.

Las lanchas y los autos eran propiedad de Ulloa. Algunos de los vehículos tenían caletas (compartimientos secretos) donde transportaban la droga, según consta en el proceso.

Además, se cuenta con las declaraciones de cuatro testigos que señalaron a Ulloa Sibrián como el cabecilla de la narcoorganización y quien se encargaba de coordinar los envíos de los cargamentos de cocaína.

Los testigos también nombran a varios de los acusados de ser los encargados de trasladar entre uno y hasta dos millones de dólares hacia Costa Rica, que se supone, era el pago por los trasiegos de la cocaína.

Otra de las evidencias es el registro telefónico que confirma que Ulloa Sibrián mantenía comunicación con todos los imputados, además de los viajes a Estados Unidos y otros países.