Madre: “Quiero que mi hija se supere y contar con ella siempre”

Los médicos que le hicieron el diagnóstico estimaban que la niña no viviría más de dos años.

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El equipo de especialistas del hospital Benjamín Bloom opera a un infante del corazón. Foto EDH/ archivo

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2014-08-23 7:00:00

Perla es una niña que nació con el síndrome de Down y que a los tres meses le encontraron un orificio en el corazón, le diagnosticaron soplo, como popularmente se le conoce.

Tras sortear una serie de dificultades, su madre, María Julia de la Cruz, logró ponerla en control en el hospital Bloom y que la operaran. La cirugía estaba programada para el viernes 15 de agosto.

A los 90 días de nacida, María llevó a consultar a su hija porque era bastante pequeña, no crecía, no ganaba peso y su cuerpo era aguadito. Debido al síndrome estuvo varios años en rehabilitación.

“Me dijeron que no tenía más posibilidades de vida sino que hasta dos años iba a vivir y de ahí se me iba a morir, entonces por eso la dejamos a opción a ver si ella sobrevivía sin la operación o si daba tiempo”, comentó la señora mientras sostiene a Perla de la mano, en la entrada de los consultorios de Cardiología.

Debido a la aflicción de saber que su hija podía fallecer en cualquier momento, a María le dio un derrame cerebral en 2007. Ella perdió el habla y se le dificultaba caminar, en ese tiempo los abuelos se hicieron cargo de la niña.

“Por eso descuidé un poquito la salud de ella, pero después, cuando yo comencé a hablar y caminar, la volví a poner en control”, añadió la señora. Ellas residen en Cojutepeque, Cuscatlán.

María tardó dos años en recuperarse. En mayo del año pasado la madre volvió con la niña al control médico y comenzaron los estudios en el hospital Bloom, entonces los doctores le dijeron que era necesario operarla.

“Me han dicho que con la cirugía hay muchas más esperanzas de vida y es para lograr una posibilidad más de vida, un mejor desarrollo para ella”, expuso la señora.

Perla cursa primer año en una escuela especial de Cojutepeque. Ella no puede hablar.

Su madre dijo que debido al problema en el corazón, Perla se cansa mucho, sobre todo por la tarde o noche, en ocasiones no puede dormir.

“Cuando se siente bien juega y corre en el día, pero cuando le duele todo, no lo hace; a veces le duele la espalda, el pecho, las costillas, las rodillas…”, comentó María.

La señora manifestó que ahora que Perla ya cumplió 10 años tiene más problemas de salud por el defecto cardíaco, que frecuentemente le duele el pecho y le cuesta respirar.

“Debido a eso he tomado la decisión de que se le haga la cirugía porque yo quiero que se supere y contar con ella siempre”, expresó María mientras sostenía a su hija de la mano.