Una requisa dentro del penal de Usulután permitió encontrar en poder de dos reclusos más de $5 mil en efectivo; este dinero presuntamente es producto de las extorsiones que los delincuentes exigen a ciudadanos desde las cárceles.
La Fiscalía General confirmó a través de su cuenta de Twitter que a Juan Arnoldo Vásquez, quien cumple una condena de 14 años prisión por el delito de violación, le decomisaron $4,077.40.
Además, a Mauricio Marín le descubrieron $1,001.20. Este convicto está purgando una pena de 30 años de cárcel por el delito de secuestro.
Las autoridades informaron que en dicho presidio también fueron encontradas varias botellas con bebidas alcohólicas (chicha) y más de un centenar de porciones de marihuana.
Durante los registros, los agentes les incautaron a los reclusos decenas de armas artesanales y más de 39 teléfonos celulares y un módem.
Segundo decomiso en menos de un mes
La incautación de más de $5,000 realizado ayer se lleva a cabo casi un mes después de que las autoridades confiscaran otros $15,000 en el presidio de Chalatenango durante un registro dirigido por la Unidad Antiextorsiones de la Fiscalía General.
En esa ocasión, las autoridades informaron que el dinero estaba oculto en los techos de las celdas y debajo de camas.
En esa prisión, la mayoría de internos pertenece a la mara Salvatrucha y no se pudo determinar a quién pertenecían los billetes.
En ambos casos, el hallazgo del dinero deja al descubierto la corrupción que hay en los presidios del país, debido a los beneficios que las autoridades comenzaron a darles a los reos en el gobierno del expresidente Mauricio Funes, a cambio de que las pandillas disminuyeran el número de asesinatos.
Entre estos privilegios están reducir los registros minuciosos y el ingreso descontrolado de visitantes de los reos.
Las autoridades no descartan que el dinero incautado proceda del cobro de las extorsiones que los pandilleros continúan haciendo desde los presidios.
Días atrás, dos cabecillas de la mara 18 que estaban recluidos en el penal de Máxima Seguridad de Zacatecoluca lograron ser trasladados al de Cojutepeque, con la mediación del padre Antonio Rodríguez.
La Fiscalía indicó que el propósito era que ambos sujetos llegaran a esa prisión para ayudarle a Carlos Mujica, alias “Viejo Lin”, a llevar el control del dinero de las extorsiones.