Desde tempranas horas, miles de salvadoreños se concentraron en los alrededores de la Plaza Salvador del Mundo y Alameda Roosevelt para ser testigos del colorido desfile del Comercio.
La caravana de la alegría empezó con los estruendos de los cohetes de vara y el toque musical de las 12 bandas de Paz, entre estas la banda del Bicentenario, la del municipio de Soyapango y de instituciones educativas del interior del país.
Cada una de ellas se hicieron acompañar de hermosas cachiporristas que robaron los aplausos del público asistente con sus bailes.
Y para honrar a la belleza salvadoreña, las reinas de los diferentes mercados capitalinos posaron sobre sus carrozas adornadas con flores naturales y diversas figuras de tonalidades brillantes de múltiples colores.
A su paso, los asistentes fueron sorprendidos con una lluvia de dulces y hasta artículos promocionales de las empresas patrocinadoras.
Sin perder tiempo, se las ingeniaron para atrapar las golosinas y colocaron sus sombrillas, gorras y sombreros al revés.
Como parte de la organización la comuna capitalina instaló tarimas especiales para que el público disfrutara de una mejor vista panorámica y comodidad, sobre todos los padres de familia que se hacen acompañar de niños y las personas adultas.
El alcalde Norman Quijano tampoco se quedó atrás y desde el Conga bus, junto a su comitiva, repartió golosinas desde las alturas.
“Estas fiestas son para que todos los salvadoreños las disfrutemos en familia e invitamos a todos a participar de las diferentes actividades que hemos preparado”, dijo el edil.
Nuestro folclore
Los tradicionales personajes de la cultura salvadoreña no podían faltar en esta celebración. La Siguanaba, el Cipitío, el Diablo rojo y “los Viejos de Agosto” hicieron de las suyas en el desfile multicolor.
Carmen Linares, una de las espectadoras, fue sorprendida por uno de “los Viejos de Agosto”, y aunque pasó un buen susto dijo estar feliz de los festejos en honor al Divino Salvador del Mundo, y como recuerdo se llevó una foto con estos personajes que forman parte de los mitos y leyendas.
” Hemos venido antes de las 6 de la mañana con mis hijos para agarrar un buen puesto. Después nos vamos al parque Cuscatlán y a la feria del Don Rúa”, señaló esta madre de familia.
Otros grupos folclóricos que exaltaron las costumbres y tradiciones del país fueron los gigantones de Jocoro, así como los Historiantes, Moros y Cristianos.
Sus coloridos trajes y bailes fueron bien vistos y aplaudido por el público.
Por su parte, el ballet del municipio de Cuscatancingo se hizo presente con la Danza de las palmas, el Torito pinto y los Chaperones.
A estos se sumaron los integrantes del grupo danza Teoplanti, quienes deleitaron a los asistentes con las acrobacias de los zanquistas y trajes de fantasía.
Los más pequeños gozaron con las ocurrencias de los payasos, que llegaron en un buen número, y de una gran cantidad de personajes de series de televisión infantil.
El desfile del comercio se prolongó por más de tres horas y durante ese tiempo los asistentes pasaron una mañana amena.
La actividad concluyó en el parque Cuscatlán, donde el comité de festejos de San Salvador tenía preparadas otras actividades, entre estas jaripeos, ferias de artesanías, concursos y mucha diversión para toda la familia.
Paulina de Hernández, presidenta del comité hizo extensiva la invitación para que toda la población asista a estos días de fiesta.