Drenajes en mal estado causan inundaciones en oriente del país

Todos los años se anegan calles y colonias de San Miguel, Usulután y La Unión por el obsoleto desagüe

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Las calles de la colonia Ciudad Jardín, en la zona surponiente de la cabecera, siempre se anegan cuando llueve fuerte. El agua desemboca en la avenida Roosevelt Sur. Foto EDH / Carlos Segovia

Por Lucinda Quintanilla comunidades@eldiariodehoy.com

2014-08-19 7:00:00

ORIENTE. Dos años han pasado desde que José Ricardo y Wendy Stefany Girón Portillo, así como su prima Doris Hernández, murieron bajo una fuerte tormenta tras ser arrastrados por una enorme correntada que anegó la 8a. Calle Poniente.

Los niños trataron de escapar de la corriente que bajó desde la parte alta de la ciudad, pero la cantidad de agua que cubría las calles no les permitió ver y terminaron dentro de una alcantarilla.

Dos de los cuerpos fueron localizados en drenajes cercanos, mientras que el otro infante en aguas del río Grande de San Miguel.

Esa es la historia más trágica en la memoria de los migueleños y que tiene relación directa con el obsoleto sistema de drenajes de la cabecera, situación de la que no escapan Usulután, La Unión o Morazán.

La tragedia marcó tanto a los ciudadanos migueleños que hay muchos que temen se repita una situación similar si las autoridades no invierten en el cambio de drenajes de la ciudad más importante de la zona oriental.

No es para menos, tras una fuerte tormenta de 10 minutos, vías como la avenida Roosevelt Norte y Sur, además de las calles Chaparrastique, 2a. y 4a. Poniente, 3a. Avenida Sur, para mencionar algunas, se inundan al punto de entorpecer el paso vehicular.

“Cada vez que llueve las calles se inundan, los carros se quedan atrapados en el agua y se genera un caos horrible”, explicó Sonia Mejía, residente de San Miguel.

La mujer agregó que temen que por los drenajes colapsados hayan más accidentes trágicos como el de los menores Portillo.

Opinó que como la capacidad de los drenajes es reducida, las correntadas de agua son fuertes y pueden arrastrar a peatones.

“Ni Dios quiera que se repita lo de los niños, es necesario que se haga algo porque esos drenajes no sirven, y si el tiempo pasa y las autoridades no hacen nada el problema será peor en un par de años”, dijo preocupada la mujer.

Sin embargo, ese es un tema que hasta hoy sigue en la lista de espera de las autoridades, ya que el alcalde migueleño, Wilfredo Salgado, se justificó diciendo que es un proyecto caro y que no cuenta con fondos para hacerlo.

Mientras que las autoridades del Ministerio de Obras Públicas (MOP) aseguran que ya realizan un estudio para conocer las condiciones en las que está el sistema y ver qué pueden hacer, sin dar mayor esperanza de solución.

Salgado dijo que “yo le planteé la alternativa más barata al ministro de Obras Públicas para evitar el problema de las inundaciones; pero ellos estaban viendo si cambiaban el sistema de drenajes o hacían el baipás. Se decidieron por lo último”, aseguró.

El proyecto del que habla Salgado es el cambio de tubos de drenajes en toda la avenida Roosevelt por unos de mayor capacidad de almacenamiento de agua lluvia, y que tenga salida o descarga en el río Grande y la quebrada Hirleman.

El costo de ese proyecto podría rondar los $40 millones, dinero que la comuna no posee para invertir, por lo que el edil dice que el MOP es el que debe hacerlo.

Gerson Martínez, ministro de Obras Públicas, declaró que la red de drenajes en San Miguel, como en otras ciudades grandes del país, es un problema del que ya se están ocupando y aclaró que van haciéndolo de forma pausada.

Sergio Moto, delegado del MOP en oriente, explicó que ya desarrollan un estudio con alumnos de la Universidad del El Salvador (UES) para ver la cantidad de drenajes que hay en San Miguel, las condiciones en las que se encuentra y, sobretodo, para dar recomendaciones de cuál es la solución más viable para solventar el problema a corto plazo.

“El MOP está catastrando los sistemas de drenajes del país, cosas que nunca antes se hicieron y que nos ayudarán a buscar las soluciones”, dijo Martínez.

Mencionó que una de las ideas que pretenden aplicar en San Miguel es introducir a las tuberías a un robot que adquirieron con la ayuda de la cooperación japonesa, y que sirve para ver a través de una cámara las condiciones en las que están los drenajes.

“Este robot de última tecnología nos permitirá ver la red de drenajes y así podremos ir reconstruyendo poco a poco el sistema adecuado para evitar inundaciones en la ciudad”, sostuvo el ministro.

Más inundaciones

En el resto de cabeceras departamentales de la zona oriental se registran problemas similares a los de San Miguel, cuyo sistema de drenajes también es obsoleto.

En Usulután, por ejemplo, todos los años tres colonias se quedaban sin una calle de acceso porque las tormentas copaban la vía.

Mientras que en el centro de la ciudad los problemas de inundaciones en calles se reportan al inicio del invierno porque la gente suele tirar basura y esos desechos va a parar a los drenajes y los tapan.

En La Unión los problemas de drenajes también son comunes, aunque en menor escala que en las otras cabeceras de la región.

El alcalde Ezequiel Milla dijo que por el momento desconoce si el Gobierno Central, a través del Ministerio de Obras Públicas, tiene algún proyecto de modernización del sistema de drenaje para todo el casco urbano.

“Lo único que nosotros hacemos como medidas paliativas es la limpieza cada año de los tragantes”, aseguró.

Apuntó que “no creo que el MOP tenga la plata para realizar cambios del sistema de drenaje para la ciudad, que hace muchos años terminó su vida útil”.

Agregó que si el MOP no tiene dinero para hacer la calle a dos carriles en la entrada de La Unión, que fue una promesa del gobierno anterior, menos tendrán para hacer cambios en el drenaje.

Cree que es necesario un proyecto de cambio en el drenaje, ya que causan problemas en las vías en invierno.