Ligan al padre Toño con Viejo Lin en otros ilícitos

Por intervención telefónica, FGR descubrió algunos favores del sacerdote al Viejo Lin

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Intervenciones de llamadas telefónicas de la Fiscalía al padre Toño, evidenciaron el nivel de comunicación que existía con Carlos Ernesto Mojica Lechuga, preso en Cojutepeque. Foto EDH / ARCHIVO.

Por sucesos@eldiariodehoy.com

2014-08-02 8:00:00

La Fiscalía General de la República afirmó ayer que procesará a Antonio Rodríguez Tercero, conocido como padre Toño, por nuevos casos de tráfico de ilícitos a centros penales.

Las investigaciones del Ministerio Público encuentran una supuesta estrecha relación entre el sacerdote y Carlos Ernesto Mojica Lechuga, alias Viejo Lin.

Este es el resultado de una indagación desarrollada por la Fiscalía desde marzo del año pasado, en el contexto de una extorsión perpetrada por la pandilla 18, de la “tribu de los Juber sureños, en el mercado Colón de Santa Ana”.

Los hechos que se le atribuyen al padre Toño nacen en relación con esa investigación, pero con mayor agudeza a fines de marzo y principios de abril de este año.

El caso en mención, se contextualiza con 21 entregas controladas de extorsiones, ejecutadas por diferentes miembros de la pandilla 18 Sureños.

“A raíz de este caso, se investiga al señor Mojica Lechuga, como el cabecilla de la estructura y como quien ordena las extorsiones desde el penal”, afirmó el fiscal.

Esta extorsión era “bastante grande”, que se pagó por muchos años antes de la denuncia y que para detener a los involucrados, continuó varios meses después.

“Nosotros cubrimos 21 entregas, cada una de 1,040 dólares por quincena, y mediante técnicas especiales de investigación, observamos como el dinero camina dentro de la estructura: quiénes son las personas que tocan el dinero, hacia dónde lo llevan y concluimos que buena parte de ese dinero llega a los intereses del señor Mojica Lechuga”, explicó el jefe de la unidad Antiextorsiones de la Fiscalía, Allan Hernández.

Agregó que, a través de la intervención telefónica, se descubrió que el Viejo Lin hacía peticiones concretas al padre Toño, como interceder para que dos peligrosos pandilleros fueran trasladados del penal de máxima seguridad, Zacatraz, en Zacatecoluca, La Paz, a uno de menor seguridad, como el de Cojutepeque.

Se trata de Douglas Geovanni Velásquez Navas, alias Payaso y Carlos Martínez Amaya, alias Pitufo.

“El Payaso era un ranflero que el viejo Lin decía que era de su nivel, y que le permitiría coordinar las acciones delictivas de la pandilla, de mejor forma, desde Cojutepeque, además, porque le tocaba demasiado trabajo y traer a el Payaso le facilitaría todo”, explicó Hernández.

A partir de esos hechos , aparecen supuestas gestiones del sacerdote para el traslado del Payaso de Zacatraz a Cojutepeque, así como de familiares de prisioneros, que le entregaban objetos prohibidos y el padre Toño, se las ingenió para el ingreso de estos a uno de los penales, subrayó.

Hernández puntualizó que el padre Toño gestionó ante las autoridades competentes dicho traslado y también, bajo el camuflaje de la cobertura de una pastorela o evento pastoral, se facilitó la entrada de los objetos prohibidos a la prisión.

Fruto de esas gestiones, el Payaso regresó a Cojutepeque en marzo o mayo de este año.

Como parte de las mismas investigaciones, se detuvo a la madre del Pitufo con más de 3,700 dólares en efectivo, en un operativo antiextorsión realizado ayer en Santa Ana.

La suma decomisada, al parecer, es el fruto de la extorsión a comerciantes de Santa Ana, sobre todo del mercado Colón.

En el procedimiento se detuvieron a 26 personas en total, nueve prisioneros más, entre ellos, el padre Toño, acumularon un nuevo cargo en la lista de acusaciones que pesa sobre ellos. Por este caso quedan pendientes tres sujetos por capturar , dijo Hernández.

“Esta es una investigación bastante prolongada en tiempo y bastante compleja en su desarrollo, pero que ha concluido bien, en la medida que se han aplicado todas las técnicas legales y transparentes, para garantizar que los elementos de prueba que se presenten son inequívocos en contra de los acusados”, subrayó.

En cuanto a la situación del padre Toño, el jefe de la unidad Antiextorsión de la Fiscalía afirmó que “quedó completamente claro, que en las llamadas telefónicas entre el sacerdote y el Viejo Lin, no había ninguna circunstancia que contribuyera en nada, en la readaptación de nadie, mucho menos a ningún proceso de pacificación”.

El supuesto vínculo del padre Toño con el viejo Lin parece confirmarse con registros de llamadas de quejas del sacerdote, en la que se muestra insatisfecho porque pandilleros de otros penales no pueden comunicarse bien por teléfono o desde otros lugares por problemas de señal.

Con estas evidencias, el Viejo Lin acumulará el delito de agrupaciones ilícitas y extorsión, el Pitufo por agrupaciones ilícitas y proposición y conspiración para homicidio, y el padre Toño, por agrupaciones ilícitas y tráfico de ilícitos en penales.