Denuncian contrabando en zona de San Fernando

Aseguran que son familias salvadoreñas con tierras en Honduras y que sus cosechas las comercializan en el país como una forma de subsistencia

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Vecinos aseguran que frente a este puesto policial pasan los camiones cargados con hortalizas. Foto EDH /Miguel Villalta.Puente fronterizo entre Honduras y El Salvador, donde sospechan pasa mercadería de contrabando. Foto EDH / Miguel Villalta.

Por Jaime López sucesos@eldiariodehoy.com

2014-08-07 7:00:00

Habitantes del municipio de San Fernando, en Chalatenango, denuncian el paso de mercadería procedente de Honduras, supuestamente, sin declarar, y evadiendo los controles fitosanitarios, a la vista de los militares que integran el Comando Sumpul y de agentes de la Policía Nacional Civil.

Según los residentes, este ilícito se registra desde hace seis años, como parte de un aparente arreglo entre los supuestos contrabandistas y las autoridades del sector, para que no impidan el trasiego de la mercadería.

Al parecer, por ese punto transportan hortalizas, sobre todo tomates cultivados y cosechados en Honduras.

Según testigos, estos movimientos han sido detectados cada dos días, a altas horas de la noche y madrugada.

Las hortalizas son cargadas, en ocasiones, en camiones de cuatro y ocho toneladas, así como en dos vehículos tipo pick up de doble tracción.

Según los denunciantes, dicha mercadería abastece los mercados del municipio de Aguilares y La Tiendona en San Salvador. De tres a cinco hombres se dedican a esa actividad.

Un equipo de El Diario de Hoy viajó a San Fernando, municipio fronterizo con Honduras, para constatar las quejas de los vecinos.

En la visita se observó que en el punto fronterizo hay un pequeño puente (de unos dos metros de ancho por unos cinco metros de largo), construido de concreto y sin barandales, el cual comunica a los municipios de San Fernando en El Salvador, con Mercedes de Ocotepeque, en Honduras.

El jefe del Comando Sumpul, sargento Luis Vásquez, negó que el sector esté siendo utilizado para contrabandear mercadería.

“Por los constantes patrullajes que realizamos en esta zona, creemos que no hay contrabando, aunque no se descarta que se utilicen veredas para esquivar los controles, ahí no tenemos presencia militar “, afirmó Vásquez.

“Pero con certeza puedo decir que aquí (calles de San Fernando), desde hace dos años, no pasa mercadería de contrabando. Aunque no puedo negar que pasen pequeñas cantidades de cigarros”, subrayó.

Califican denuncia de mala interpretación

El militar analizó la denuncia de los pobladores como una mala interpretación de los hechos.

La mayoría de terrenos del lado de Honduras son propiedades de salvadoreños, quienes los utilizan para cultivar hortalizas y para ganadería.

Bajo esas circunstancias, los frutos agrícolas y ganaderos son vendidos en los mercados nacionales, afirmó el militar.

Agregó que esa producción no trasciende los límites de las grandes exportaciones.

Pero aún, en esas condiciones, el tráfico de vehículos entre ambos países está bloqueado desde mayo, sobre todo del lado de Honduras y solo está habilitado el movimiento de personas a pie.

“Controlamos el paso de personas que van y vienen a comprar pequeñas cantidades de granos básicos u otros productos de primera necesidad en ambos países”, explicó el sargento.

“Creemos que es política del gobierno de Honduras cercar el paso por San Fernando, para que los vehículos con mercadería no rehuyan los puestos aduanales, legalmente habilitados para el intercambio de productos”, reiteró.

El militar afirmó que su misión es revisar a toda persona que ingresa al país, para garantizar que frente a ellos no pase mercadería sin declarar, ni se cometan otros ilícitos.

Casi frente a la base de Comando Sumpul, reside una familia, a quienes, sus vecinos , señalan como supuestos contrabandistas de mercadería de Honduras a El Salvador.

Sin embargo, el sargento Vásquez aseguró que la familia que apuntan, es la excepción, pues está documentado que ellos tienen tierras en el vecino país y que sus cosechas son comercializadas en El Salvador.

Afirmó que, por orden del Ministerio de la Defensa, se realizó una inspección para constatar que la producción de la familia salvadoreña en Honduras no sea mayor que de subsistencia y no industrial o a gran escala, que pueda afectar los ingresos del fisco.

“Ellos solo cultivan tomate y lo traen para acá (El Salvador), lo transportan de sus fincas en vehículos y del puente que divide a los dos países, acarrean las cajas de una a una al país”, explicó el sargento.

“Hasta se han tomado videos y fotografías de los sembradíos que tienen allá (en Honduras)”, puntualizó.

Militares del Estado Mayor Conjunto han llegado a investigar el caso y se ha establecido que con esfuerzo de trabajo, “mi general ha dicho: son nuestros hermanos y no se les puede obstaculizar su fuente de ingreso, en una zona sin opciones de empleo”, enfatizó el sargento.

En ese sentido, la “poca mercadería” que pasa por San Fernando, procedente de Honduras, no ha sido vista como ilegal.

De ahí que las altas jefaturas de la Fuerza Armada han llegado a la conclusión que no se les puede evitar el trabajo a los salvadoreños, siempre que no rebasen la legalidad en cuanto a volúmenes de mercadería y algunos productos que tienen restringido su ingreso, como cigarrillos, drogas, armas y ganado.

Los salvadoreños aseguran que aparte de tener la oportunidad de ganarse la vida honradamente, en el vecino país, el tener buenas tierras les ha significado “grandes beneficios del gobierno hondureño” como dotación de sistemas de regadíos, asistencia técnica y otros recursos de desarrollo agrícola.

Minimizan denuncia

La producción agrícola de la familia señalada como la que trasiega hortalizas, a juicio del jefe militar, no sobrepasa las 36 cajas de tomate que pasan al país cada cuatro días.

El producto que pasan los salvadoreños por San Fernando es revisado minuciosamente, para garantizar que en las cajas de tomate no vaya algún ilícito como drogas, aseveró el jefe militar.

Por lo general, afirmó el sargento, se tolera que habitantes vayan al hermano país a comprar leche a los sitios de ordeño.

Sin embargo, los denunciantes aseveraron que el problema no es el cultivo y la cosecha de los salvadoreños en Honduras, sino la reventa, pues a su juicio, estos van a Honduras a comprar barato para revender en El Salvador a un precio más alto.

Los militares reconocieron que hay lugares que sobrepasan sus capacidades, donde se contrabandean cigarrillos procedentes del vecino país.

Las autoridades manifestaron que patrullan mañana, tarde y noche para reducir los casos en los que se busca eludir los controles aduanales y fitosanitarios.

Según el comando Sumpul, es más fácil que haya contrabando en sitios planos como Plazuelas y Citalá, por las características del terreno, que favorecen el transporte en bestia o en hombros.

Las condiciones barrancosas de San Fernando y Mercedes de Ocotepeque impiden la proliferación del paso de contrabandistas, argumentó el militar.

Del mismo criterio fueron los policías destacados en el puesto de San Fernando y los del gobierno municipal.

Un policía reconoció que varios salvadoreños siembran en terrenos hondureños y que traen sus cosechas al país.

El policía también aceptó que en la zona no tienen la capacidad operativa para vigilar, en tiempo y espacio, el área fronteriza, para combatir el contrabando.

A juicio del agente, se ve normal que los salvadoreños o los hondureños vayan de un lado a otro a comprar productos de primera necesidad para su subsistencia.

En esa misma dirección, se expresó el síndico municipal de San Fernando, Bernardino García, quien asumió que el paso de mercadería sin declarar constituye contrabando, pero que por su pequeña cuantía no afecta al fisco.