Salvadoreños de éxito se forman en escuela Zamorano

Estudiantes reciben educación de alto nivel y sus títulos son avalados en cualquier parte del mundo para que puedan desempeñarse.

descripción de la imagen
En la planta de lácteos, los estudiantes aprenden a , elaborar todos los productos que allí procesan.

Por Lucinda Quintanilla comunidades@eldiariodehoy.com

2014-08-18 12:00:00

HONDURAS. Con una sonrisa que refleja la sencillez de su origen, la salvadoreña Ismari González, originaria de Delicias de Concepción, en Morazán, relata cómo se transforma su vida a medida que avanza en su carrera profesional en la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano (EAP), una institución asentada en El Valle de Yeguare, del municipio de San Antonio de oriente, del departamento de San Francisco Morazán, a 30 kilómetros de Tegucigalpa, Honduras.

Ismari, quien cursa tercer año de educación superior y proviene de una familia de escasos recursos y cuyas educaciones básica y media fueron cursadas en instituciones públicas, asegura que es impactante la diversidad cultural que les rodea.

“Fue difícil adaptarse a este nuevo ritmo de estudio, viniendo de un instituto público donde sólo estudiaba mediodía, ahora he aprendido a maximizar el tiempo, compartir con jóvenes de otros países y al finalizar pretendo regresar a mi país para servirle con todo lo que acá he aprendido”, dijo la joven que busca titularse en la carrera de Ambiente y Desarrollo.

Burbuja 15, como le dicen de cariño sus compañeros zamoranos, tiene 21 años y dijo que no esperaba seguir estudiando una carrera profesional, pues la falta de dinero no permitiría que sus padres le apoyaran.

“Gracias a Dios llegaron a promocionar Zamorano al instituto donde estudié, apliqué un poco incrédula por los estándares de calidad que aquí hay, pero el esfuerzo sin duda es bien premiado y ahora estoy en una institución de prestigio”, comentó González, quien hará su pasantía el próximo año en Bolivia.

Rolando Choriego y Adriana López también cursan tercer año. Ellos llegaron desde Santa Tecla, en el departamento de La Libertad. Ambos jóvenes están entre los mejores estudiantes de la institución, de hecho recientemente fueron reconocidos, como cada ciclo, por su esfuerzo junto a otro grupo de jóvenes de diferentes nacionalidades.

Los jóvenes pretenden graduarse como profesionales en la carrera de Agroindustria Alimentaria y harán sus pasantías en Estados Unidos.

“Estudiar en Zamorano es un reto y un sacrificio grande por el que nos empeñamos a diario, no es fácil pero vale la pena el esfuerzo”, dijo Adriana López.

Choriego relató que “es grandioso lo que hemos aprendido, sabemos hacer todas las labores agrícolas, desde ordeñar una vaca, hasta procesar nuestro propios quesos, jaleas, salsas y muchos otros productos que fácilmente podríamos elaborar donde sea”, indicó el estudiante.

En 2014 hay más de 90 estudiantes salvadoreños que cursan diferentes carreras en la EAP. Muchos están por graduarse y hacer sus prácticas profesionales en universidades estadounidenses o de otros países del mundo.

René Chiguela, otro tecleño, está en su tercer año de estudios y aseguró que “mi pasantía será en Estados Unidos, estoy muy contento y con grandes expectativas, porque nos han preparado para dar lo mejor en donde estemos, así como me ve, sólo he dormido dos horas, porque estamos en semana de exámenes, aún así estoy muy contento de ser zamorano”, dijo entre sonrisas el estudiante.

Mariela Serrano, estudiante de cuarto año, dijo que “los horarios que tenemos son exigentes, pero aquí nos preparan para trabajar en cualquier carrera de agronomía, hacemos mucho trabajo práctico que va de la mano con lo teórico. Esta experiencia ha cambiado mi vida”. La joven está por irse a Florida, Estados Unidos, para hacer su práctica profesional.

Zamorano igual a calidad

Excelencia es la palabra que califica a la perfección la enseñanza que brindan en la Escuela Agrícola Panamericana, El Zamorano, que a tiende a mil 260 estudiantes de 20 países en el mundo, y que le ha posicionado como una de las mejoras escuelas agrícolas a nivel mundial.

La institución funciona en un terreno de cinco mil hectáreas de terreno, donde además de espacios para albergar por cuatro años a los estudiantes de manera cómoda, tienen campos experimentales, 11 diferentes laboratorios, ocho plantas agroindustriales y espacios recreativos para los escasos momentos libres de los educandos.

El ingeniero Marco Granadino, director de Admisiones de la institución y de nacionalidad salvadoreña, explicó que “tenemos un esquema educativo norteamericano, nuestros estudiantes adquieren conocimientos bajo la filosofía de “aprender haciendo”, lo que nos permite formar líderes integrales”.

Desde su fundación, en Zamorano se han graduado más de siete mil profesionales de 29 países, en sus cuatro carreras: Agroindustria alimentaria, Administración de agronegocios, Agronomía y la carrera Ambiente y desarrollo.

Los estudiantes permanecen en un internado durante los cuatro años, con 16 horas de estudio y trabajo diario, lo que les garantiza el máximo aprovechamiento del tiempo de aprendizaje.

Según las autoridades de la institución, el 70 por ciento de sus alumnos consigue empleo en tres meses tras graduarse, el 40 por cientos de los graduados recibe ofertas laborales antes de titularse.

Un 30 por ciento de los estudiantes siguen cursando postgrados.

Zamorano ofrece una educación teórico-práctica basada en escenarios reales. En los primeros tres años de estudio los alumnos deben pasar por diferentes laboratorios para conocer sobre producción láctea, horticultura, avicultura y acuicultura, entre otros. Una de sus plantas más importantes es donde producen lácteos. Allí, los estudiantes aprenden desde ordeño hasta producción de quesos, helados y yogures, abastecen demanda interna y externa.