Los índices de la violencia criminal se han incrementado considerablemente en los últimos tres meses, al grado de que el número de personas asesinadas no ha bajado de los 300 crímenes mensuales en ese período, según los datos de la Policía Nacional Civil (PNC).
Los registros policiales detallan que mayo cerró con 397 asesinatos, mientras que en junio se contaron 345 crímenes y, en treinta días de julio, hubo 339 homicidios. Por el momento, mayo es el mes más violento en lo que va de este año.
En los últimos tres meses han sido asesinadas 1,081 personas, lo que refleja un promedio de 12 crimen por día.
Si se compara el comportamiento de los homicidios, en este último trimestre con los primeros cuatro meses, se tiene que los índices son casi parejos.
Eso significa que en los primeros cuatro meses de este año se contaron 1,087 muertes violentas, es decir que nueve salvadoreños fueron asesinados cada día.
Sin embargo el director de la Policía, Mauricio Ramírez Landaverde, aseguró recientemente que los índices de homicidios habían comenzado a tener una leve disminución a partir de mayo, que ha sido el mes más violento en lo que va del año.
Los registros policiales detallan que en 30 días de julio de este año han sido asesinadas 94 personas más que en el mismo mes del año pasado, cuando se cometieron 245 crímenes.
Las autoridades de la Policía han reconocido que los homicidios han tenido un aumento en el orden del 60 por ciento con respecto al año pasado.
Las estadísticas que lleva la corporación policial detallan que 889 personas más han sido asesinadas en el transcurso de este año con relación al año pasado.
En total, la Policía registra 2,181 asesinatos desde el 1 de enero hasta el 30 de julio; mientras que en el mismo plazo del año pasado se habían cometido 1,292 crímenes.
La mayoría de los asesinatos es atribuido por las autoridades policiales a las pandillas, pero también la mayor parte de víctimas era pandillero o tenía algún tipo de relación con esos grupos.
Crímenes que han consternado a sociedad
Una serie de asesinatos que han conmovido a la población salvadoreña se ha cometido en las últimas semanas, pero las autoridades policiales no han capturado a sospechosos de esos crímenes.
Noé Enrique Bonilla, un atleta especial de 18 años, fue asesinado la mañana del 23 de julio pasado en el cantón El Zapote de San José Villanueva, La Libertad.
Bonilla, quien nació con síndrome Down pero que se destacó como atleta, estudiaba y trabajaba para ayudar a su familia, fue atacado a balazos por varios pandilleros en los momentos en los que cortaba leña para ganarse unos centavos y llevárselos a sus padres.
Otra de las víctimas inocentes de la violencia generada por las pandillas fue el menor David Ernesto Orellana, de 10 años, quien estudiaba segundo grado. El niño fue raptado por pandilleros el 11 de julio pasado, cuando regresaba de clases hacia su casa en el cantón El Limón, en San Pedro Perulapán, Cuscatlán.
Un día después, su cadáver apareció mutilado y enterrado a poca profundidad, en un predio a tres cuadras de su vivienda. Del móvil del crimen, la Policía no sabe, ni mucho menos ha informado de capturados.