El sacerdote español Antonio Rodríguez Tercero (padre Toño) confesó haber cometido el delito de tráfico de influencias, informa el fiscal general Luis Martínez.
Además, según Martínez, el religioso ha comenzado a colaborar con las investigaciones.
De esa forma, el religioso enfrentaría un procedimiento judicial abreviado.
El padre Toño se encuentra detenido desde inicios de agosto tras ser acusado de introducir objetos ilegales a pandilleros presos en las cárceles, con los cuales se realizaron extorsiones a comerciantes en Santa Ana.
Además, en otro caso, es procesado en los tribunales por tráfico de influencias, agrupaciones ilícitas y por ingresar una tableta y celulares a los penales de Cojutepeque, Cuscatlán e Izalco.