Corría el año de 1992, el velocímetro de la motocicleta marcaba más de cien kilómetros por hora y un descuido hizo que “Chobe” se accidentara brutalmente, dejándole huesos rotos, dolorosos raspones y daños graves en su organismo.
Fueron nueve meses que “Chobe” quedó postrado a una cama. En su estado convaleciente le pidió a su padre que le trajera una mesa, corcho, acrílicos y otros objetos reciclables. El aburrimiento y su ímpetu hicieron que se desbordara su creatividad.
“Chobe”, su nombre artístico, quiere guardar su identidad en el anonimato, pero sus obras, quiere que salgan a la luz y a los ojos de los salvadoreños y del mundo.
Sus principales creaciones son vehículos de carrera, Ferraris, Porsche y Lotus, cuadros en alto relieve, cabezas africanas, trofeos, y más. Su tenacidad, paciencia y tesón, son dignos de admirar, ya que estos vehículos a escala tienen los detalles de la carrocería y motor.
Sus creaciones son parte de la pasión por el automovilismo que durante décadas lo hicieron formar parte de las carreras profesionales en el Autódromo El Jabalí.
Sus muchos trofeos evidencian su pasión. Fue campeón de las tres horas del Jabalí.
Hasta uñas acrílicas
Uno de los ferraris está elaborado, de su carrocería, con piedra pómez, parte del tablero y otros accesorios están hechos de uñas acrílicas para mujer, barras para que no se deformen los zapatos nuevos, porta clips de oficina, antena para televisión, pegamento, botecitos de muestra de perfumes, piercings y otros objetos reciclables.
Los pequeños trofeos que adornan la plataforma, en donde descansan los vehículos a escala, están elaborados con medidas para tragos dobles y sencillos. Es increíble
“Chobe” recuerda que su pasión por la marca Ferrari la ha tenido siempre y eso lo motivó a llevar a cabo alguna de sus más apreciadas invenciones. Escudos, trofeos y objetos similares los ha creado a base de artículos reciclados.
Otra de sus obras es un “montaje” en piedra pómez. Se trata de casitas elaboradas con dicho material con incrustaciones de piedra para pecera. Están barnizadas y pulidas.
Uno de los cuadros que llama la atención, es uno en donde se observa a una mujer recostada boca abajo. No tiene brazos, pero su silueta dice mucho.
El artista del reciclaje recuerda que, en una tarde, el jardinero le preguntó sobre el qué harían con la raíz de una palmera que recién había talado de su jardín. La raíz fue llevada a un carwash en donde fue limpiada.
Posteriormente, las raíces fueron usadas para elaborar la silueta de la mujer del cuadro. Las raíces fueron recubiertas con resina y su cabeza fue formada por piedras para pecera.
El excorredor de carros de carrera recuerda que en una ocasión, cuando estaba a punto de tirar a la basura una desvencijada refrigeradora, quitó la parrilla de enfriamiento y la guardó. Ese artículo terminó siendo una enorme lámpara decorativa. La creatividad de “Chobe” aún no se ha detenido. Cada día, su ingenio y creatividad, ve magnificas obras en donde otros sólo vemos objetos desechados.